El exjefe de BK Racing admite haber retenido más de $2 millones en impuestos sobre la nómina
CHARLOTTE, N.C. — Ron Devine, expropietario del ahora desaparecido equipo de la NASCAR Cup Series BK Racing, se ha declarado culpable de falta intencionada de pago de impuestos sobre la nómina, concluyendo una larga investigación federal sobre una de las operaciones más problemáticas financieramente en la historia reciente de la NASCAR.
La declaración de culpabilidad se presentó en el Tribunal de Distrito de EE. UU. en Charlotte el martes 11 de junio, donde Devine admitió haber fallado en entregar más de $2 millones en impuestos sobre el empleo al Servicio de Impuestos Internos durante su propiedad del equipo.
Conducta Financiera Inapropiada Durante Cinco Años
Según el Departamento de Justicia de EE. UU., Devine retuvo impuestos sobre la nómina de los empleados de BK Racing entre 2012 y 2017, incluyendo el impuesto federal sobre la renta y las contribuciones a la Seguridad Social/Medicare, pero no remitió esos fondos al IRS. En cambio, los fiscales alegan que Devine utilizó el dinero para financiar las operaciones del equipo y otros gastos comerciales no relacionados.
“Los propietarios de negocios tienen la responsabilidad legal de recaudar y remitir impuestos sobre el empleo”, dijo la fiscal de EE. UU. Dena J. King en un comunicado público. “La falta de cumplimiento del Sr. Devine durante varios años perjudicó no solo al tesoro federal sino también a sus propios empleados.”
El auge y la caída de BK Racing
Devine fundó BK Racing en 2012 y presentó inscripciones en la NASCAR Cup Series hasta 2018. Aunque el equipo nunca registró una victoria en carrera, compitió en más de 240 carreras y contó con pilotos como J.J. Yeley, Gray Gaulding y Corey LaJoie. A pesar de mantener dos cartas en un momento—el sistema de NASCAR para garantizar la participación y los ingresos del equipo—la organización fue afectada por inestabilidad financiera.
En 2018, BK Racing se declaró en bancarrota bajo el Capítulo 11, citando deudas que superaban los 10 millones de dólares. Durante los procedimientos, se reveló que el equipo debía impuestos atrasados sustanciales, salarios y pagos a proveedores. Sus activos, incluida una de sus cartas, fueron vendidos posteriormente a Front Row Motorsports.
Consecuencias legales
Devine ahora enfrenta una pena máxima de cinco años de prisión y una multa de 250,000 dólares. Aún no se ha fijado una fecha de sentencia. Permanece libre bajo fianza a la espera de esa audiencia.
Este caso fue procesado por la Oficina del Fiscal de EE. UU. para el Distrito Oeste de Carolina del Norte, en colaboración con la División de Investigación Criminal del IRS y el Servicio de Inspección Postal de EE. UU..
Implicaciones para NASCAR
La declaración de culpabilidad de Devine arroja un nuevo escrutinio sobre la gobernanza financiera en los deportes de motor, particularmente en un deporte donde las estructuras de propiedad y las valoraciones de las cartas están bajo un creciente examen. Aunque Devine ya no opera un equipo, su caso sirve como una clara advertencia para los propietarios de equipos sobre el cumplimiento fiscal y el deber fiduciario.
Resumen del Caso
Nombre | Ron Devine |
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Rol | Propietario anterior de BK Racing (2012–2018) |
Cargo | Falta intencionada de pagar más de $2M en impuestos sobre la nómina |
Penalización | Hasta 5 años de prisión, multa de $250,000 |
Declaración de culpabilidad | 11 de junio de 2025 |
Resultado del equipo | BK Racing declarado en quiebra en 2018 |
Palabra Final
La caída de Ron Devine de propietario de equipo de NASCAR a delincuente federal subraya una grave violación de responsabilidad financiera que abarcó múltiples temporadas y dañó los medios de vida de empleados y partes interesadas. Con el caso ahora cerrado y la sentencia pendiente, los organismos rectores de NASCAR—y sus propietarios de equipos—pueden encontrarse bajo presión para fortalecer la supervisión financiera en todo el deporte.