El presidente de IndyCar bajo fuego mientras la controversia en torno a la propiedad de Roger Penske se intensifica
El mundo del automovilismo está en llamas con controversia mientras los roles duales de Roger Penske como propietario de las 500 Millas de Indianápolis y de la serie IndyCar, así como propietario de un equipo, están bajo un intenso escrutinio. Los aficionados y críticos por igual están cuestionando la integridad del deporte a medida que las alegaciones de ventajas injustas y violaciones de reglas continúan acosando al equipo Penske.
Tras un incidente reciente en el que se encontraron los coches de Josef Newgarden y Will Power con modificaciones ilegales durante las rondas de clasificación Fast 12 de la Indy 500, los funcionarios de IndyCar tomaron medidas enviando ambos coches al final del pelotón. Este movimiento provocó un debate adicional sobre si la participación de Roger Penske en el deporte está llevando a un trato preferencial para su equipo.
El presidente de IndyCar, Doug Boles, intentó abordar las crecientes preocupaciones afirmando que Roger Penske no condonaría tales acciones y expresando confianza en que Penske valora la integridad del deporte por encima de todo. Sin embargo, persisten las dudas sobre la efectividad de la autorregulación cuando el propietario de la serie también posee un equipo competitivo.
En contraste con los estrictos procesos de inspección previos y posteriores a la carrera de NASCAR, que se aplican por igual a todos los equipos, los mecanismos de supervisión de IndyCar parecen tener lagunas que están siendo explotadas por ciertas entidades. El reciente incidente relacionado con el ajuste del atenuador del equipo Penske ha planteado preguntas sobre la adecuación del marco regulatorio actual para garantizar un campo de juego nivelado para todos los competidores.
El atenuador, introducido por el proveedor de IndyCar Dallara en 2023 para mejorar la seguridad durante los accidentes, supuestamente fue manipulado por ingenieros de Team Penske para obtener una ventaja competitiva. El ex piloto de IndyCar James Hinchcliffe destacó la importancia de tales modificaciones, enfatizando la necesidad de un escrutinio exhaustivo para prevenir violaciones de reglas.
A medida que la presión aumenta sobre Roger Penske para abordar los problemas de gobernanza dentro de la IndyCar Series, el futuro del Team Penske está en la balanza. ¿Tomará Penske medidas decisivas para restaurar la confianza en el deporte, o su propiedad seguirá estando empañada por la controversia y el escándalo? Solo el tiempo dirá si la IndyCar puede soportar esta tormenta y salir más fuerte al otro lado.