La saga en constante evolución del equipo junior de Red Bull—anteriormente conocido como Toro Rosso, luego Alpha Tauri, y ahora rebranded como Visa Cash App Racing Bulls (VCARB)—continúa generando drama, especialmente con su puerta giratoria de pilotos. Conocido por ser el campo de pruebas definitivo, el equipo ha visto a varios pilotos ascender y caer, con algunos siendo despedidos más rápido de lo esperado.
La controversia más reciente se desató en 2023 cuando Nyck De Vries fue despedido y reemplazado por Daniel Ricciardo, un veterano y favorito de los aficionados. Avancemos un poco más de un año, y el querido “Honey Badger” se encuentra nuevamente en el banquillo, dando paso a la estrella en ascenso Liam Lawson.
Daniel Ricciardo no es solo otro piloto; es un ícono de la F1. Conocido por su velocidad vertiginosa durante sus años dorados en Red Bull y su carisma contagioso, Ricciardo conquistó corazones no solo en la pista sino también en la sensación de Netflix Drive to Survive. Su personalidad más grande que la vida ayudó a elevar el perfil del deporte, convirtiéndolo en un jugador clave en la expansión global de la F1. Junto a figuras como el exdirector del equipo Haas, Guenther Steiner, Ricciardo se convirtió en un elemento básico de la serie, amplificando su alcance más allá del paddock.
La carrera de Ricciardo lo llevó de Renault a McLaren antes de regresar a Red Bull como piloto reserva—un movimiento que inicialmente parecía la forma perfecta de restablecer su trayectoria profesional. La esperanza era que esta etapa con el equipo junior pudiera eventualmente llevarlo de regreso al equipo senior de Red Bull.
Sin embargo, a medida que se acercaba el Gran Premio de Singapur 2024, los rumores sobre el futuro de Ricciardo comenzaron a circular. A pesar de sus sólidas actuaciones previas al evento, la especulación aumentó de que Lawson podría reemplazarlo. Esta incertidumbre inminente dejó a todos—incluidos los fanáticos y colegas de Ricciardo—en vilo. Cuando finalmente llegó la decisión, la salida de Ricciardo se sintió abrupta y carente del respeto que uno esperaría para un piloto que ha contribuido tanto al deporte.
En lugar de reinstalar a Ricciardo en el equipo principal, Red Bull se mantuvo comprometido con Sergio Pérez, mientras que la estrella en ascenso de Lawson y sus fuertes actuaciones le aseguraron el asiento en VCARB. La elección fue recibida con reacciones mixtas, ya que los fanáticos sentían que Ricciardo merecía más que un simple despedida silenciosa. A pesar de sus contratiempos por lesiones, el piloto de 35 años era una figura popular en el paddock, y muchos creen que fue apartado demasiado pronto.
Ahora, es el turno de Lawson de demostrar su valía junto a Yuki Tsunoda. El novato tiene potencial, pero la presión es inmensa. Cada vuelta que complete será escrutada, no solo por su rendimiento, sino en comparación con el legado de Ricciardo. Es un juego de alto riesgo para el equipo de Red Bull, ya que el éxito—o fracaso—de Lawson podría influir en la alineación de pilotos a largo plazo en Red Bull Racing.
Los fanáticos, patrocinadores e incluso los mercados de apuestas están observando de cerca, ansiosos por ver si Lawson puede estar a la altura de las expectativas o si la sombra de Ricciardo se cernirá sobre la carrera del joven piloto. De cualquier manera, la saga de VCARB continúa, asegurando que el circo de Red Bull siga siendo un punto focal en el mundo de la F1.