Pocas cosas en NASCAR evocan emociones crudas como el Fin de Semana de Retro en el Darlington Raceway. Los colores, los esquemas retro, la profunda inmersión en la historia—es la mezcla perfecta de tradición y nostalgia. Pero en 2024, un momento robó el espectáculo: Terry Labonte poniéndose un traje de fuego personalizado, una recreación casi perfecta de su icónico equipo de Kellogg’s de los 90.
El tributo, orquestado por Hendrick Motorsports, fue más que un simple guiño al pasado—fue una celebración de uno de los campeones más respetados de NASCAR, un hombre cuyas manos firmes y determinación inquebrantable definieron una era.
Pero no todo fue un paseo tranquilo—porque cuando Rick Hendrick lo sugirió por primera vez, Labonte tuvo una divertida realización: su viejo traje de fuego ya no le quedaba como antes.
La “Sorpresa del Traje de Fuego” de Terry Labonte – Un Retro que Vale la Espera
Todo comenzó con una solicitud casual del Sr. H en persona. Rick Hendrick le preguntó a Labonte si estaría dispuesto a usar su traje de fuego original de Kellogg’s durante el fin de semana en Darlington. Labonte, siempre el buen deportista, lo intentó—solo para ser humillado por el tiempo.
“Créelo o no, fui y me lo probé, y estaba un poco ajustado,” bromeó Labonte. “Pensé que tal vez se olvidarían de eso. Pero luego el Sr. H mencionó algo más al respecto nuevamente.”
Él pensó que eso era el final—hasta que Jeff Andrews de Hendrick Motorsports le dio una sorpresa.
“Estaba en el autobús con los miembros del equipo, y luego Jeff Andrews dijo, ‘Hey, tenemos algo para ti,’” recordó Labonte.
Cuando desabrochó la bolsa, ahí estaba: un traje de fuego recién hecho, una réplica perfecta de su uniforme clásico de Kellogg’s, diseñado específicamente para él.
En ese momento, quedó claro cuánto significaba este tributo—no solo para Labonte, sino para toda la comunidad de NASCAR.
Por qué la era de Kellogg’s de Labonte sigue siendo importante
La tenencia de Labonte en Hendrick Motorsports, que comenzó en 1994, marcó un capítulo pivotal en su carrera.
- Llegó a HMS sin victorias durante cinco años, pero Rick Hendrick nunca perdió la fe en él.
- Justo meses después de unirse, él rompió la sequía, ganando en North Wilkesboro—el primero de 16 victorias con el equipo.
- En 1996, él aseguró su segundo campeonato de la Copa, consolidando su lugar entre los grandes de todos los tiempos de NASCAR.
A través de todo, el audaz traje de incendios rojo, amarillo y azul de Kellogg’s se convirtió en sinónimo de la identidad de Labonte. No era solo un uniforme—era un símbolo de perseverancia, éxito e historia de NASCAR.
“Ese traje representa un nuevo capítulo en mi carrera. Me lleva de vuelta a un tiempo donde tuve que probarme a mí mismo una vez más.”
Kyle Larson Rinde Honor a Labonte – Un Nuevo Campeón con un Viejo Look
El Fin de Semana Retro no fue solo sobre el momento personal de Labonte—también fue sobre una de las estrellas más grandes de hoy rindiendo homenaje a una leyenda.
🏁 Kyle Larson se vistió con un traje de carrera personalizado de Kellogg’s—una réplica casi perfecta del look clásico de Labonte.
🏁 Su No. 5 Chevrolet presentaba el icónico esquema de pintura, trayendo de vuelta recuerdos de los días de gloria de Labonte.
🏁 Los dos pilotos, campeones del pasado y del presente, firmaron autógrafos juntos, uniendo generaciones de fanáticos de NASCAR.
De cabeza a pies, Larson lucía el papel. Y aunque el homenaje fue impecable, la carrera en sí no salió como se planeó.
Partiendo de P6, Larson luchó duro pero tuvo problemas al final, terminando finalmente en 34º lugar. Un golpe duro, pero incluso él admitió que el homenaje era más grande que el resultado.
“Estaba luchando, me volví muy suelto al final de esa larga carrera… Me quedé demasiado tiempo en el exterior, quedé atrapado en las piedras, y golpeé la pared.”
A pesar de la mala suerte, el enfoque abrumador permaneció en la celebración del legado de Labonte.
Conclusión: Un Fin de Semana para Recordar
NASCAR es un deporte construido sobre historia, rivalidades y respeto. Y el Fin de Semana de Retrospectiva en Darlington es la manera definitiva de honrar el pasado mientras se abraza el futuro.
Desde la sorpresa del traje de fuego de Terry Labonte hasta el tributo perfecto de Kyle Larson, fue un momento que recordó a todos por qué el pasado de NASCAR es tan importante como su presente.
Y aunque el auto No. 5 no ganó esa noche, a los ojos de Labonte, Larson y millones de fans, seguía siendo una victoria para el deporte.