Título: La pesadilla de Lewis Hamilton en el Gran Premio de México: la penalización de la FIA arroja sombra sobre una carrera desastrosa
En un fin de semana que comenzó con destellos de esperanza, las aspiraciones de Lewis Hamilton por un regreso triunfal al podio en el Gran Premio de México fueron brutalmente desechadas, sumiéndolo en otro resultado decepcionante. El siete veces campeón del mundo entró al fin de semana de carrera con un rugido, mostrando una impresionante actuación en la clasificación que lo colocó tercero en la parrilla de salida. Sin embargo, cuando se apagaron las luces, se desató el caos, desmoronando los sueños de victoria de Hamilton.
Cuando los coches se lanzaron a la Curva 1, estalló una emocionante batalla de cuatro entre Hamilton, Lando Norris de McLaren, Charles Leclerc y Max Verstappen. Sin embargo, la emoción se convirtió rápidamente en pandemonio cuando Verstappen cortó la curva, obligando a Hamilton a adoptar una postura defensiva contra el implacable asalto de los competidores. La tensión alcanzó su punto máximo en la vuelta seis cuando Verstappen se lanzó por el tercer lugar, solo para que Hamilton lo rechazara, pero un error crítico siguió. Al bloquear sus frenos en la Curva 4, Hamilton se desvió hacia la hierba, un error que lo perseguiría durante el resto de la carrera.
Las consecuencias de este error de cálculo fueron rápidas y castigadoras: Hamilton recibió una penalización de 10 segundos por abandonar la pista y no ceder su posición de nuevo a Verstappen. Esta penalización efectivamente hizo añicos cualquier esperanza de un podio, dejando a Hamilton cruzar la línea en un desalentador octavo lugar, eclipsado por pilotos como Oscar Piastri y George Russell. Este desastroso resultado marcó la vigésima carrera de Hamilton sin un podio para Ferrari, un recordatorio contundente de las luchas continuas del equipo.
El Gran Premio de México también subrayó la prolongada sequía de Ferrari, marcando un año completo desde su última victoria. Mientras Leclerc logró asegurar un segundo puesto, la incapacidad del equipo para conseguir una victoria aumentó la frustración sentida tanto por los pilotos como por los aficionados.
Después de la carrera, la actitud de Hamilton reflejaba su decepción, un contraste marcado con la exuberancia que mostró durante la clasificación. Cuando los medios le preguntaron sobre la carrera, respondió con una serie de declaraciones concisas que apenas ocultaban su frustración. «Fue divertido al principio y no terminó como esperaba. Eso es el automovilismo,” declaró de manera brusca. Otra pregunta sobre las desafiantes condiciones de agarre dio lugar a otra respuesta breve: “Está muy, muy sucio fuera de la pista, y hice lo mejor que pude para llevar el coche de vuelta a la pista de manera segura. Eso es todo lo que podía esperar.”
A pesar de los contratiempos, Hamilton se aferró a un hilo de optimismo cuando le preguntaron sobre las conclusiones generales del fin de semana. «Sí, hay algunos aspectos positivos. Al menos conseguimos algunos puntos,” concluyó, aunque el peso de su decepción permanecía pesado en el aire.
A medida que los aficionados asimilan las repercusiones del Gran Premio de México, surgen preguntas sobre el futuro de Hamilton y la capacidad de Ferrari para recuperar su antigua gloria en un paisaje de Fórmula 1 ferozmente competitivo. Los resultados de la carrera han preparado el escenario para un dramático final de temporada, dejando a los aficionados y a los comentaristas ansiosos por ver si Hamilton puede resurgir de las cenizas de este último contratiempo.












