Los sueños de Toyota de un histórico 1-2-3-4-5 se hicieron añicos cuando Sami Pajari se estrelló durante el Rally Islas Canarias, permitiendo a Kalle Rovanperä ampliar su ventaja de manera dominante.
La desafortunada salida de Pajari ocurrió en la penúltima etapa del sábado cuando perdió el control en una curva a la izquierda, estrellándose contra una barrera y dañando su coche más allá de la reparación. Este percance desvaneció las esperanzas de Toyota de igualar un récord establecido por Lancia en 1990.
Mientras tanto, Rovanperä continuó con su actuación estelar, ganando las tres etapas del sábado y dejando a sus competidores en el polvo. Ni siquiera el campeón mundial de ocho veces, Sébastien Ogier, pudo seguir el ritmo vertiginoso de Rovanperä.
El líder del campeonato, Elfyn Evans, luchó por cerrar la brecha con Ogier, quedando 23 segundos atrás. La salida de Pajari permitió a Takamoto Katsuta ascender al cuarto lugar, a pesar de enfrentar desafíos con el recorrido.
En el campamento de Hyundai, Adrien Fourmaux superó al campeón reinante Thierry Neuville, quien luchaba por encontrar la configuración adecuada para su coche en el complicado asfalto canario. Ott Tänak, por otro lado, se encontró sin motivación para esforzarse por una posición más alta.
El rally tuvo su parte de drama, ya que el percance de Grégoire Munster lo hizo caer fuera del top 10, mientras que Léo Rossel estrelló su Citroën desde el cuarto lugar en WRC2 tras una maniobra arriesgada.
En la categoría WRC2, Yohan Rossel mantuvo su liderazgo a pesar de un fuerte desafío de Alejandro Cachón, consolidando su posición en la cima de la clasificación.
En general, el Rally Islas Canarias demostró ser un evento emocionante e impredecible, con Rovanperä emergiendo como el destacado a medida que la competencia se intensificaba en el desafiante recorrido.