En un giro dramático en las 8 Horas de Baréin, Alex Riberas de Aston Martin mostró una destreza electrizante al volante, liderando la carrera hasta que una sorprendente penalización dio un giro a su suerte. El as español, conduciendo el Aston Martin Valkyrie #009, despegó del quinto al primer lugar en una impresionante exhibición de habilidad tras un periodo de coche de seguridad, solo para enfrentarse a un revés inesperado que alteraría drásticamente la dinámica de la carrera.
Riberas, capitalizando los neumáticos frescos después del coche de seguridad virtual, superó a Sebastien Buemi de Toyota con una eficiencia implacable en la vuelta 113, estableciendo una impresionante ventaja de 11 segundos en menos de diez vueltas. Sin embargo, la euforia fue efímera, ya que un error procedimental resultó en una penalización de paso por pits, obligando a Riberas a ceder su ventaja duramente ganada.
Al reincorporarse a la carrera, Riberas se encontró en el quinto lugar, persiguiendo a su compañero de equipo Ross Gunn en el Valkyrie #007. La penalización le había costado la asombrosa cantidad de 28 segundos, devolviendo la ventaja a Toyota. Buemi, ahora de vuelta al control, lideró la carga para Toyota, con Nyck de Vries pisándole los talones en el Toyota #8, ambos pilotos manteniendo una presencia dominante a lo largo de la carrera.
La batalla por la supremacía no terminó ahí. Alessandro Pier Guidi en el Ferrari #51 estaba pisándole los talones a Buemi, a solo 7 segundos de distancia, mientras él y sus compañeros de equipo—James Calado y Antonio Giovinazzi—miraban hacia el codiciado título de campeón del mundo de pilotos. Mientras tanto, la parada estratégica en pits de Gunn permitió que Riberas se acercara, ahora a solo 16 segundos del líder, manteniendo vivas sus esperanzas de un podio.
La competencia se mantuvo feroz a lo largo de la parrilla, con Yifei Ye en el Ferrari #83 de AF Corse y Alex Lynn en el Cadillac #12 completando el top seis. Los dos pilotos de Alpine, Charles Milesi y Mick Schumacher, estaban inmersos en una tensa batalla por las séptimas y octavas posiciones, mostrando la intensa rivalidad que permeaba la carrera.
En la categoría LMGT3, el Lexus #87 de ASP mantuvo su dominio, liderado por José María López, quien navegó hábilmente por la pista hasta que un reciente cambio de piloto le entregó las riendas a Clemens Schmid. La competencia fue feroz, con Lin Hodenius persiguiendo en el Mercedes-AMG #61 de Iron Lynx, y Richard Lietz en el Porsche #92 de Manthey 1st Phorm luchando arduamente por puntos.
A medida que la carrera se desarrolla, los fanáticos están al borde de sus asientos, anticipando con entusiasmo si Riberas podrá recuperar su posición y contraatacar al coloso de Toyota. Las apuestas son altas, y con el título del campeonato en juego, cada segundo cuenta en este electrizante concurso de velocidad y estrategia. ¿Podrá Aston Martin recuperarse, o continuará Toyota su dominio? Las respuestas están en las vueltas llenas de adrenalina que aún están por venir.








