En un giro sorprendente de los eventos en las clasificaciones del Gran Premio de Bahréin, Nico Hulkenberg fue penalizado injustamente, lo que llevó a una cascada de repercusiones para otros pilotos, incluyendo a Alex Albon. La lenta respuesta de los comisarios provocó una ola de frustración entre los equipos y los aficionados por igual.
La controversia surgió cuando Hulkenberg fue penalizado por infringir los límites de la pista en la curva 11 durante Q1, una decisión que llegó demasiado tarde, ya que él ya había comenzado Q2. Esta penalización no solo afectó a Hulkenberg, sino que también tuvo un impacto directo en Alex Albon, quien fue eliminado en Q1 pero podría haber avanzado si el tiempo de Hulkenberg se hubiera invalidado de inmediato.
James Vowles, el director del equipo Williams, expresó su descontento con la situación, enfatizando la intensa competencia en el medio del pelotón donde cada posición cuenta. Vowles criticó la respuesta tardía de los comisarios, afirmando que privó a su equipo y a Albon de la oportunidad de avanzar más en las clasificaciones.
Vowles reconoció el papel de su equipo en la eliminación prematura de Albon, citando una mala vuelta de salida y problemas de tráfico. Sin embargo, exigió claridad de la FIA respecto a la decisión tardía que afectó los resultados de la clasificación.
Tras la reacción negativa, los comisarios de la FIA admitieron su error, atribuyéndolo a la baja prioridad dada a la monitorización de los límites de la pista en la curva 11. Un portavoz mencionó que ciertas áreas de la pista tienen una mayor prioridad de monitoreo basada en sesiones anteriores, siendo la curva 11 inicialmente no considerada un área crítica para las violaciones de los límites de la pista.
El portavoz de la FIA reconoció la necesidad de mejorar la eficiencia en la monitorización de todas las áreas de la pista de manera efectiva para prevenir tales incidentes en el futuro. El reconocimiento del error trajo algo de cierre a la situación polémica que se desarrolló durante las clasificaciones.