Carlos Sainz salió frustrado y traicionado por la falta de comunicación dentro del equipo durante el GP de Miami. El piloto español siguió las órdenes del equipo, pero su compañero, Alex Albon, aparentemente no recibió el mismo mensaje y lo adelantó durante la carrera.
Sainz tenía la impresión de que ambos pilotos debían mantener sus posiciones y trabajar juntos, pero las acciones de Albon en la vuelta 14 indicaron lo contrario. Albon terminó la carrera en quinto lugar, 12 segundos por delante de Sainz, quien tuvo que conformarse con el noveno lugar.
Sintiendo que el equipo lo había engañado, Sainz no pudo evitar expresar su decepción, especialmente después de haber estado en una situación similar de «chico bueno» en Jeddah. El español insinuó que la instrucción de mantener posiciones podría no haber llegado a Albon a tiempo.
La falta de claridad y la mala comunicación dentro del equipo dejaron a Sainz sintiéndose «estúpido e impotente», como comentó: «Obviamente, si me dicen que no seré atacado y que trabajaremos juntos, y luego me adelantan, es normal sentirme estúpido e impotente. Porque estoy interpretando el papel del chico bueno, igual que hice en Jeddah. Pero así son las cosas, hablaremos de ello, y estoy seguro de que mejoraremos como equipo.»
Albon corroboró el relato de Sainz, revelando que recibió la instrucción de mantener la posición justo cuando estaba haciendo el movimiento para adelantar. «Fue en el momento exacto del mensaje,» explicó Albon. «Si querían que mantuviéramos la posición un poco más, deberían haberme avisado, pero en ese momento, éramos libres para competir. Tenía un ritmo muy fuerte de mi lado, aunque luché en las primeras vueltas. Pensé que había sufrido daños por los incidentes en la Curva 3, así que tomé las cosas con calma, tuve algunos problemas y estaba un poco distraído. Pero una vez que entré en el ritmo de la carrera, fuimos muy rápidos y demostramos que éramos fuertes.»
La falta de comunicación interna del equipo no solo le costó a Sainz valiosas posiciones, sino que también destacó la importancia de instrucciones claras y oportunas en el mundo de alto riesgo de la Fórmula 1. El incidente sirve como un recordatorio contundente de los finos márgenes entre el éxito y la decepción en la serie de carreras de élite.