Los sueños de victoria de Adrien Fourmaux en el Rally de Portugal se desmoronaron cuando enfrentó daños en la dirección, obligándolo a salir de la batalla por el liderazgo. El piloto francés, al volante de un Hyundai i20 N Rally1, se encontró atascado en medio de la carretera durante la etapa de Arganil, con un sospechoso brazo de dirección roto que detuvo su progreso.
En un giro dramático de los acontecimientos, el Hyundai de Fourmaux derrapó tras golpear una pequeña zanja en una curva a la izquierda, resultando en daños significativos en la parte delantera izquierda y dejando su coche inmóvil en la pista. Este incidente permitió a Takamoto Katsuta subir al segundo lugar, evitando por poco el vehículo varado.
A pesar de la mala suerte de Fourmaux, Ott Tänak logró extender su ventaja a 3.5 segundos, con Sébastien Ogier persiguiéndolo en tercer lugar a solo 0.4 segundos. Kalle Rovanperä, a pesar de los desafíos, se mantuvo competitivo y cerca de los líderes.
Thierry Neuville se recuperó de un inicio tambaleante en el rally, realizando una fuerte actuación en las etapas de la mañana y subiendo al quinto lugar, superando al líder del campeonato Elfyn Evans. Evans, afectado por ser el primero en la carretera, luchó y cayó más de 16 segundos detrás de Neuville.
En las posiciones más bajas, Grégoire Munster superó a su compañero de equipo de M-Sport, Josh McErlean, por el octavo lugar, mientras que el líder de WRC2, Oliver Solberg, enfrentó contratiempos tras un derrape, reduciendo su ventaja en la clase.
A medida que se desarrolla el drama del Rally de Portugal, la competencia se intensifica, prometiendo más emoción y giros inesperados a medida que avanza el evento.