En el ámbito de las carreras de Fórmula 1, la transición del invierno a la primavera estuvo marcada por un cambio significativo en el liderazgo de Aston Martin. El equipo, con sede en Silverstone, dio la bienvenida a un nuevo jefe: Andy Cowell, un ingeniero británico con una carrera distinguida en los departamentos de unidades de potencia y motores. Cowell sucedió a Mike Krack, asumiendo el cargo después de ser atraído de nuevo al mundo de la Fórmula 1 por el formidable equipo de Aston Martin de Lawrence Stroll.
Antes de su hiatus en el circuito de carreras, Cowell se desempeñó como director gerente de Mercedes High-Performance Powertrains (HPP) hasta 2020. Fue fundamental en el desarrollo de las unidades de potencia híbridas V6 que llevaron a Mercedes a múltiples títulos de campeonato. A pesar de su ausencia de cuatro años y de haber resistido numerosas ofertas para regresar, Cowell fue seducido por la oportunidad de dirigir el equipo de Aston Martin a medida que las significativas inversiones financieras e infraestructurales de Stroll comienzan a dar sus frutos.
La experiencia de Cowell radica principalmente en operaciones de unidades de potencia y motores, con notables períodos en Cosworth y BMW antes de unirse a Ilmor-Mercedes en 2004. Asumir el mando de un equipo completo de F1 representa un nuevo desafío para él, pero es uno que está disfrutando. Recientemente compartió sus ideas sobre las similitudes que ha observado en sus primeros días en Aston Martin en una entrevista exclusiva con PlanetF1.com durante las pruebas de pretemporada en Baréin.
Cowell reconoció que, aunque el mundo de la aerodinámica es nuevo para él, sigue siendo un ámbito de la ingeniería. Mantiene que, ya sea que se esté diseñando una unidad de potencia o un coche de carreras, los principios siguen siendo los mismos: las matemáticas y la física subyacen a las sensibilidades de rendimiento. También enfatizó la importancia de una búsqueda incansable de mejora y de tener una visión del mundo abierta, afirmando que siempre hay espacio para el mejoramiento.
Curiosamente, Cowell señaló que liderar un equipo de F1 implica más actividades de cara al público, incluyendo entrevistas más frecuentes. Sin embargo, aprecia plenamente este aspecto, reconociendo la importancia de mostrar al equipo y a sus socios de primer nivel al mundo. El objetivo final de Aston Martin es entretener y satisfacer a millones de fanáticos, lo que buscan lograr construyendo un coche de carreras rápido y ganando carreras.
Cowell es un ingeniero excepcional, pero no es el único en Aston Martin. El equipo ha fortalecido recientemente sus filas con personas como Bob Bell, Adrian Newey, Enrico Cardile, Eric Blandin y Mike Krack. Con tal variedad de talento, Cowell tiene la tarea de asegurarse de que todas las voces sean escuchadas y los talentos utilizados sin que nadie se sienta pasado por alto o marginado.
Su estrategia gira en torno a definir claramente las responsabilidades de todos y aprovechar sus fortalezas individuales. Enfatizó la importancia de la retroalimentación constructiva, fomentando un entorno donde los miembros del equipo puedan expresar libremente sus ideas y preocupaciones. Esto, según Cowell, es el camino para lograr un equipo de alto rendimiento y un coche de carreras extraordinariamente rápido.
Después de un hiato de cuatro años, Cowell está de regreso en la arena de F1 para guiar a Aston Martin hacia la realización de la visión de Stroll mientras gestiona un elenco de mentes brillantes. Descartó la noción de adoptar un enfoque de gestión dictatorial. En cambio, cree en observar, escuchar y comprender los principios fundamentales de cada departamento, asegurando que todos se mantengan enfocados en sus responsabilidades. En su opinión, cada departamento es crucial, y la mejora constante es la clave del éxito.