Durante la sesión de práctica inicial del viernes en las calles de St. Petersburg, se desarrolló un drama cuando dos giros y un choque marcaron la escena. La pareja de Meyer Shank Racing, Felix Rosenqvist y Marcus Armstrong, ejecutaron hábilmente rotaciones completas sin chocar contra ninguna barrera. Sin embargo, Scott McLaughlin de Team Penske no compartió la misma fortuna.
El percance de McLaughlin resultó en un contacto menor con la pared exterior en la Curva 3, lo que causó daños en la suspensión delantera izquierda y la carrocería. Este incidente destacó los desafíos que plantea la configuración híbrida adoptada por IndyCar por primera vez en St. Pete. Este nuevo sistema coloca el peso del sistema de recuperación de energía, que supera las 100 libras, detrás de los motores turboalimentados, haciendo que la navegación de la Curva 3 sea más precaria que antes.
Conor Daly de Juncos Hollinger Racing opinó sobre la situación. Atribuyó los percances al cambio de peso mecánico, que representaba desafíos no solo para el automóvil, sino también para el chasis y la suspensión. En la opinión de Daly, esta nueva era de IndyCar, con el aumento de peso, está causando un desafío mecánico para los coches, colocando a todos en un nuevo campo de juego. Este emocionante desarrollo presenta un espectáculo emocionante tanto para los aficionados como para los participantes.
Reflejando los sentimientos de Daly, Rosenqvist añadió sus propias percepciones después de su giro. Señaló que la primera práctica siempre es un poco tensa debido a la pista verde, y los pilotos, incluido él mismo, tienden a ir a fondo sin mucho pensamiento. Sin embargo, enfatizó la importancia de estar alerta de una manera diferente, ya que el peso adicional ha hecho que la carrera sea más desafiante, casi como si se hubiera añadido una curva extra a la pista.
Armstrong expresó preocupaciones sobre el día de la carrera, particularmente cuando los pilotos salen apresuradamente de los pits llenos de combustible con neumáticos fríos, dirigiéndose directamente a las Curvas 2 y 3 a alta velocidad. Destacó la necesidad de tener una altura de carrocería adecuada para evitar cualquier contratiempo en la Curva 3. Armstrong anticipa que el calentamiento y la carrera podrían presentar algunos momentos inciertos, especialmente cuando los coches están llenos de combustible y tienen neumáticos nuevos.
En general, esta nueva configuración híbrida presenta un nuevo desafío para los pilotos. Como bien dice Armstrong, tendrán que «estar listos para que suceda algo aquí.» El circuito de la carrera, con su peso y complejidad añadidos, se ha convertido en un asunto más delicado, prometiendo un espectáculo atractivo para todos los involucrados.