En un deporte donde la seguridad se ha convertido en la piedra angular de la competencia, los autos Next-Gen de NASCAR han sido objeto de críticas tras una serie de incidentes alarmantes. Los recientes choques en Michigan que involucraron a los pilotos Corey LaJoie y Kyle Swig han reavivado el debate sobre la seguridad de estos vehículos, particularmente su propensión a volcar. Pero en medio de las crecientes preocupaciones, el piloto veterano Denny Hamlin ha desestimado audazmente estos temores, desatando una acalorada discusión dentro de la comunidad de NASCAR.
La Evolución de la Seguridad en NASCAR: Una Batalla Constante
Las carreras de motor siempre han caminado por la cuerda floja entre la velocidad y la seguridad. En los primeros días, la seguridad a menudo era un pensamiento posterior, con los pilotos enfrentando riesgos extremos cada vez que salían a la pista. Pero a medida que el deporte ha evolucionado, también lo ha hecho el énfasis en proteger a sus participantes. NASCAR, en particular, ha dado grandes pasos para mejorar las medidas de seguridad, desde la introducción de jaulas antivuelco y dispositivos HANS hasta la implementación de barreras SAFER. A pesar de estos avances, la reciente carrera en Michigan ha expuesto posibles fallas en la última generación de autos de carreras de NASCAR.
La introducción de las aletas de techo en 1994 fue un hito en la evolución de la seguridad en NASCAR. Estas aletas fueron diseñadas para evitar que los autos se elevaran durante choques a alta velocidad, y durante años han sido un componente crucial para mantener seguros a los pilotos. Sin embargo, la reciente carrera de Xfinity en Michigan ha puesto en duda su efectividad continua. Durante el evento, el auto de Kyle Swig despegó después de una colisión, y el Chevrolet de Corey LaJoie también se elevó en el aire, planteando preguntas sobre si los autos Next-Gen son realmente tan seguros como deberían ser.
A medida que los garajes de NASCAR zumbaban con el debate sobre la seguridad de los autos Next-Gen, Denny Hamlin, un piloto experimentado con la reputación de decir lo que piensa, se adelantó para defender los nuevos vehículos. Contrario a las preocupaciones expresadas por muchos de sus compañeros, Hamlin afirmó que no está preocupado por la posibilidad de que estos autos vuelquen.
En una declaración que sorprendió a muchos, Hamlin argumentó que volcar en un accidente automovilístico podría ser preferible a chocar contra la pared. Según Hamlin, el riesgo de sufrir lesiones graves es significativamente mayor cuando un auto choca contra una pared a alta velocidad, en comparación con cuando vuelca. «Prefiero correr el riesgo de volcar que de chocar fuertemente contra la pared», declaró Hamlin, señalando que la desaceleración violenta involucrada en un impacto contra la pared puede ser mucho más peligrosa que un auto que vuelca.
Sin embargo, Hamlin no descartó por completo los peligros asociados con el vuelco. Reconoció que si un auto terminara en la cerca de contención -un escenario aterrador que ha ocurrido en el pasado de NASCAR- las consecuencias podrían ser graves. Aun así, Hamlin sostuvo que el diseño general de los autos Next-Gen, con sus características de seguridad reforzadas, debería dar a los pilotos confianza en su capacidad para resistir una variedad de escenarios de choque.
La controversia sobre las reinicios en tiempo extra: ¿Drama fabricado o mal necesario?
Mientras el debate sobre los volcamientos de los autos continúa, otro tema controvertido en NASCAR también ha estado causando revuelo: las reanudaciones en tiempo extra. Hasta ahora esta temporada, NASCAR ha tenido seis carreras que han entrado en tiempo extra, siendo la carrera en Nashville particularmente intensa, con cinco reanudaciones en tiempo extra. Estas reanudaciones están diseñadas para asegurar que las carreras terminen bajo bandera verde, pero muchos pilotos, incluido Hamlin, las han criticado por crear tensión artificial y aumentar la probabilidad de accidentes.
La carrera en Michigan no fue una excepción. El caos en tiempo extra se puso en marcha cuando un piloto chocó contra el muro en la vuelta 186, lo que provocó una bandera amarilla que preparó el escenario para el primer intento de tiempo extra. Hamlin, quien mantuvo un ritmo decente después de su propio encuentro con el muro, estaba enfurecido por lo que percibió como una actuación precipitada de los oficiales. Acusó a los oficiales de NASCAR de ser demasiado rápidos para desplegar las banderas amarillas al final de las carreras, una práctica que cree que debe ser controlada.
La frustración de Hamlin es compartida por otros pilotos que sienten que el enfoque actual de las reanudaciones en tiempo extra prioriza el espectáculo sobre la seguridad. «Se siente como si estuvieran buscando cualquier excusa para desplegar la bandera amarilla, y se está saliendo de control», dijo Hamlin. A pesar de estas quejas, NASCAR ha mostrado poca indicación de cambiar su postura, dejando a los pilotos preparados para más de lo mismo en futuras carreras.
¿Qué sigue para los autos de próxima generación de NASCAR?
A medida que avanza la temporada 2024, es probable que aumente el escrutinio sobre los autos Next-Gen de NASCAR. Los incidentes en Michigan han planteado serias preguntas sobre la seguridad de estos vehículos, especialmente en choques de alta velocidad. Si bien la postura despectiva de Denny Hamlin puede ofrecer cierta tranquilidad, está claro que no todos en la comunidad de NASCAR comparten su confianza.
El debate sobre los vuelcos de los autos, las reinicios en tiempo extra y la seguridad general de los autos Next-Gen está lejos de terminar. A medida que NASCAR continúa empujando los límites de velocidad y rendimiento, el desafío será asegurarse de que la seguridad esté a la altura. Por ahora, los pilotos se ven obligados a navegar en este entorno de alto riesgo, sabiendo que cada carrera podría traer nuevos riesgos y controversias.
Foto de Denny Hamlin en Instagram