EL LEGADO DE HAMLIN: ¿GRANDEZA SIN UN TÍTULO?
La carrera de Denny Hamlin en la NASCAR Cup Series ha estado definida por una rara mezcla de excelencia constante y desgarradores casi logros. Con más de 50 victorias, un triplete en el Daytona 500, y numerosos otros reconocimientos, Hamlin es un candidato seguro para el Salón de la Fama. Sin embargo, a pesar de todos sus logros, hay una omisión evidente en su currículum: un campeonato de la Cup Series. Para los críticos y trolls, es el ataque habitual, pero para Hamlin, las razones de su «maldición» de campeonato son mucho más complejas.
Hamlin nunca ha sido tímido acerca de sus frustraciones. Al reflexionar sobre su carrera, admite que la falta de un campeonato es algo con lo que ha tenido que reconciliarse, llamándose a sí mismo «maldito» en ocasiones. Y al mirar hacia atrás, es fácil ver por qué. Una y otra vez, Hamlin ha estado al borde de reclamar el título más codiciado del deporte, solo para ser despojado por la mala suerte, errores de estrategia o pura infortunio.
“TEMPORADAS MALDITAS: TAN CERCA, PERO TAN LEJOS”
En 2010, Hamlin estaba a punto de romper la barrera. Liderando la clasificación antes de las dos últimas carreras, su equipo tomó una decisión fatídica de entrar a pits por combustible en Phoenix, dándole la ventaja a Jimmie Johnson. Una semana después, en la final de la temporada, las esperanzas de campeonato de Hamlin se desmoronaron cuando un giro y un coche dañado lo mantuvieron fuera de la contienda. Johnson pasó a ganar su quinto título consecutivo.
Los encuentros de Hamlin con el desastre no terminaron ahí. En 2014, bajo el nuevo formato de eliminación implementado, terminó tercero en la clasificación. Un año después, en 2015, un incidente extraño en Talladega—cuando su tapa del techo se soltó—obligó a una parada en pits inoportuna, poniendo fin a su intento por el título.
Uno de los momentos más infames en las búsquedas de título de Hamlin ocurrió en 2019. Al entrar en la carrera final en Homestead-Miami, era una verdadera amenaza para ganarlo todo. Pero durante una parada en pits, un pedazo de cinta destinado a aumentar la velocidad, en cambio, causó que su auto se sobrecalentara, obligándolo a otra parada en pits y arruinando sus posibilidades.
Luego está el momento de Hail Melon de 2022. En un movimiento de todo o nada, Ross Chastain realizó un truco de videojuego al deslizarse por la pared en Martinsville, adelantando suficientes autos para sacar a Hamlin de los playoffs. Fue un momento desgarrador que se convirtió en una sensación viral instantánea, pero para Hamlin, fue solo otro amargo giro del destino.
Aún en 2023, cuando Hamlin una vez más llegó a la Ronda de 8, una falla en la dirección asistida en Homestead-Miami descarriló sus esperanzas de campeonato. Ese año, terminó quinto en la clasificación final—otra oportunidad fallida en una carrera llena de ellas.
«LOS PLAYOFFS DE 2024: ¿PUEDE HAMLIN ROMPER LA MALDICIÓN?»
La carrera de playoffs de Hamlin en 2024 ha sido tan impredecible como siempre. Una serie de altibajos ha mantenido a los fanáticos al borde de sus asientos, desde un auto difícil de manejar en la apertura en Atlanta hasta un accidente en la primera vuelta en Watkins Glen, y problemas con el equipo de pits en Kansas. Pero a pesar de todo, Hamlin ha sobrevivido—y todavía está vivo en la lucha por los playoffs.
Su carrera más reciente en Talladega casi se convierte en un desastre después de una decisión de dos neumáticos que lo colocó en la parte trasera del grupo, pero un golpe de suerte lo hizo evitar un enorme choque de 27 autos y ganar puntos valiosos.
Con confianza en su forma actual y las próximas pistas favoreciendo sus fortalezas, Hamlin cree que el sueño del campeonato sigue vivo. «Con el tiempo, he hecho las paces con hacer lo mejor que puedo,» dijo Hamlin. «He tenido tantos contratiempos que, eventualmente, simplemente te endureces. Ya no sientes el dolor.»
«CAMINANDO SOBRE CARBONES ARDIENTES»
Hamlin compara su carrera con caminar sobre carbones ardientes—doloroso al principio, pero con el tiempo, te vuelves insensible a las cicatrices. «Hay demasiadas cosas locas para explicar,» dijo sobre su esquivo título. Ya sea mala suerte, errores inoportunos, o eventos sobrenaturales como el Hail Melon, Hamlin ha enfrentado todo.
Pero a pesar de todos los contratiempos, la determinación de Hamlin sigue inquebrantable. Todavía está en la pelea, todavía persiguiendo la única cosa que le ha eludido durante casi dos décadas: un campeonato de la NASCAR Cup Series.
Con la Ronda de 8 en marcha, Hamlin buscará capitalizar las carreras restantes y romper la llamada «maldición». ¿Será 2024 el año en que Hamlin finalmente conquiste sus demonios y obtenga su tan esperado título, o continuará el desamor? El tiempo lo dirá, pero si alguien puede recuperarse de la adversidad, es Denny Hamlin.