El legendario dominador de Superspeedway de NASCAR, Denny Hamlin, parece haber llegado a una dura realización: la fórmula mágica para ganar en pistas como Talladega ha cambiado, y los trucos que aprendió de íconos como Dale Earnhardt Jr. y Tony Stewart ya no tienen el mismo poder.
A medida que la NASCAR Cup Series llega a Talladega para la segunda carrera de playoffs en la Ronda de 12, Hamlin, tres veces ganador del Daytona 500 y un favorito habitual en superspeedways, admitió que su ventaja en estas pistas se ha desvanecido. Una vez conocido como uno de los pilotos más formidables en Daytona y Talladega, Hamlin ha luchado por recuperar ese dominio en la era Next-Gen. En las últimas cinco carreras en Talladega, Hamlin ha terminado fuera del top 15 en tres ocasiones, y una victoria ha permanecido esquiva.
En su reciente episodio de podcast, Hamlin reflexionó de manera sincera sobre cómo han cambiado las dinámicas de carrera en los superspeedways. Explicó que las técnicas que una vez dominó—gracias a los consejos de leyendas como Dale Jr. y Tony Stewart—ahora son obsoletas.
“Todas esas cosas que aprendí de Dale Jr. y Tony Stewart en su momento—se han ido, todas esas técnicas,” dijo Hamlin. “Aprendí cómo adelantar y crear carreras y todo eso. Tienes que simplemente mantenerte en la línea. Todo se trata de números. Tienes que quedarte en la línea que tenga más coches, y esa línea avanzará.”
La frustración de Hamlin subraya cuánto ha evolucionado la carrera en superspeedway, particularmente en la era Next-Gen. Las estrategias que antes eran confiables para generar impulso, hacer adelantamientos audaces y controlar la carrera han dado paso a un juego de números más simple, donde estar en la fila con más coches parece dictar el éxito. El antes artístico juego de ajedrez a alta velocidad de las carreras en superspeedway se ha convertido más en mantener la posición y menos en la habilidad individual.
Al mirar hacia la carrera de Talladega de este fin de semana, las expectativas de Hamlin reflejan una perspectiva más cautelosa. Anticipa un concurso enfocado en la posición en la pista, donde las estrategias de ahorro de combustible y permanecer en el carril correcto serán clave. El piloto del No. 11 no prevé muchas sorpresas.
“Esta semana, ¿qué vamos a ver allí? ¿Quién sabe? Creo que vas a ver a todos luchando por intentar conseguir puntos de etapa y ganar la carrera. Es una donde, ciertamente, no vas a tener estrategias variadas. Vas a tener a otros que se quedan fuera y quieren mantener la posición en la pista, pero va a ser una carrera de posición en la pista en mi opinión,” predijo Hamlin.
Los comentarios de Hamlin sugieren una carrera potencialmente monótona a menos que algunos choques o sorpresas en las últimas vueltas agiten la parrilla. Los aficionados que esperan las emociones tradicionales de los superspeedways—llenas de adelantamientos audaces a alta velocidad y batallas estratégicas—podrían quedar decepcionados si la carrera se convierte en un asunto cauteloso impulsado por números. Aún así, con la notoria imprevisibilidad de Talladega, cualquier cosa puede suceder en las últimas vueltas, y Hamlin, a pesar de su perspectiva cautelosa, aún podría tener un truco o dos bajo la manga.