A pesar de una recepción tibia por parte de algunos, el debut de Prema Racing en IndyCar mostró una base sólida y un futuro prometedor. El equipo, que cuenta con los pilotos Callum Ilott y Robert Shwartzman, finalizó la carrera en 19ª y 20ª posición respectivamente, lo que indica una racha competitiva que solo podría afinarse con el tiempo y la experiencia.
Los críticos pueden argumentar que sus finales ajustados sugieren un límite inherente a su potencial. Sin embargo, una mirada más profunda a su rendimiento revela varios aspectos positivos de su primera carrera en IndyCar.
En primer lugar, es importante evitar juicios prematuros. Prema Racing, un equipo que se ha construido desde cero, necesita comprensiblemente tiempo para encontrar su camino. El rendimiento del equipo debe evaluarse considerando el hecho de que no había competido en un circuito urbano antes de la carrera en St. Pete. Comparar sus resultados con equipos establecidos en esta etapa sería injusto y poco productivo.
Durante la clasificación, Ilott tuvo dificultades para poner los neumáticos blandos en una ventana de trabajo. Sin embargo, este tropiezo fue compartido por el mejor clasificador de IndyCar, Pato O’Ward, lo que pone la lucha de Ilott en perspectiva. Además, Shwartzman logró clasificar en 18ª posición, superando a otros nueve coches, un logro encomiable considerando que era su primera clasificación en IndyCar.
La dinámica de la carrera destacó aún más el potencial del equipo. Ilott, comenzando con el neumático más duro, ascendió significativamente en la clasificación, aunque temporalmente, debido a la cautela de la primera vuelta. A pesar de tener que lidiar con un neumático que se degradaba rápidamente durante una tanda completa en la carrera, logró completar 10 vueltas. Aunque fue superado por aquellos que emplearon una estrategia diferente y cometió un error en la Curva 10, su rendimiento general fue sólido.
Ilott se mostró positivo sobre el debut del equipo, señalando que terminaron en la vuelta del líder y tuvieron un buen ritmo. Reconoció áreas de mejora, pero se mantuvo optimista sobre las próximas carreras.
Similar a Ilott, Shwartzman también enfrentó desafíos, notablemente la pérdida de comunicaciones por radio, lo que afectó significativamente su estrategia de carrera. Tales problemas técnicos no son infrecuentes en las carreras, e incluso el experimentado piloto Scott Dixon, quien hizo su debut en IndyCar cuando Shwartzman solo tenía dos años, enfrentó el mismo problema, demostrando que incluso los mejores pueden encontrar dificultades.
A pesar de estos contratiempos, Shwartzman se mantuvo decidido. Reconoció que había margen para mejorar, pero enfatizó la importancia de aprender de la experiencia y prepararse para futuras carreras.
El rendimiento de Prema Racing, aunque no estelar, estuvo lejos de ser decepcionante. Dado que esta fue su debut en un circuito urbano, con solo una prueba en Sebring como preparación, el potencial del equipo es evidente. En una serie donde generalmente dominan cuatro equipos, el debut de Prema Racing puede considerarse un comienzo fuerte, especialmente teniendo en cuenta la reciente partida de su director técnico, Michael Cannon.
En conclusión, aunque el debut de Prema Racing en IndyCar puede haber sido poco impresionante para algunos, está claro que el equipo tiene una base sólida sobre la cual construir. Con tiempo, experiencia y aprendizaje continuo, tienen el potencial de convertirse en una fuerza formidable en la serie IndyCar.