Durante décadas, NASCAR ha estado controlado por una familia—los Frances. Desde 1948, el deporte ha sido modelado, gobernado y protegido por su visión, asegurando que permanezca de manera única como NASCAR. Pero en 2025, los rumores de cambio se están volviendo más fuertes. Con el capital privado transformando los deportes en todo el mundo, ¿es hora de que NASCAR venda parte de su capital a inversores externos? ¿O debería Ben Kennedy, el heredero aparente, continuar con el legado sin interferencias externas?
Es una pregunta que está dividiendo al mundo de NASCAR en dos.
El impulso del capital privado: ¿Es NASCAR el siguiente?
A medida que las organizaciones deportivas en todo el mundo buscan financiamiento externo para seguir siendo competitivas, los altos mandos de NASCAR han comenzado a calentar la idea. El presidente Steve Phelps reconoció recientemente el papel creciente del capital privado (PE) en los deportes de motor, afirmando:
“Creo que el PE es bueno para nuestro deporte porque traen dinero, traen experiencia y, en muchos casos, traen patrocinadores, así que esas son todas cosas positivas para nuestro deporte.”
Algunos equipos ya han tomado medidas—la reciente asociación de Legacy Motor Club con Knighthood Capital Management demuestra que la estabilidad financiera a través del capital privado es atractiva a nivel de equipo. Pero, ¿debería todo el deporte seguir su ejemplo?
¿Vender parte de la equidad de NASCAR traería la innovación tan necesaria, o diluiría el alma de las carreras de coches de stock?
¿El Factor Ben Kennedy: El Visionario que Necesita NASCAR?
Si NASCAR decide mantenerse independiente, el hombre al mando probablemente será Ben Kennedy, el nieto de Jim France y una potencia emergente dentro del deporte.
Kennedy no es solo un heredero—es un piloto, un líder y un disruptor. Ha desempeñado un papel crítico en la modernización del deporte, llevando a NASCAR a través de una de sus reestructuraciones de programación más dinámicas en 50 años. Desde nuevos lugares, carreras entre semana y dobles jornadas hasta revivir pistas históricas como Bowman Gray, Kennedy ha demostrado que no tiene miedo de agitar las cosas.
Dale Earnhardt Jr. ha sido uno de los mayores apoyos de Kennedy, abogando para que él asuma el control total del futuro de NASCAR:
“La esperanza es que Ben Kennedy siga siendo una parte clave del deporte. Si la familia France quiere vender, esa es su decisión—es su negocio. Pero Ben merece su oportunidad.”
¿Realmente Ayudaría el Capital Privado a NASCAR?
NASCAR ya está preparado para una transformación importante en 2025, gracias a un nuevo acuerdo de derechos de medios que cambia la forma en que los aficionados verán el deporte.
- FOX retiene la Serie de Camiones con cobertura en FS1 y FS2.
- La CW se convierte en el nuevo hogar de la Serie Xfinity.
- TNT Sports y Amazon Prime Video ingresan a la Serie Cup, aportando nueva exposición.
Con todos estos cambios ya en marcha, algunos argumentan que la inversión de capital privado podría acelerar la evolución de NASCAR, trayendo nuevas ideas, más patrocinios y nuevas estrategias comerciales para atraer audiencias más jóvenes.
Sin embargo, otros advierten que los inversores externos podrían despojar a NASCAR de su cultura única, obligándolo a volverse más corporativo y sanitizado. ¿Seguirían intactas las raíces de los autos de stock que hicieron especial a NASCAR si las firmas de capital privado asumieran el control?
Tradición vs. Transformación: ¿Cuál es el movimiento correcto?
🔹 El Caso de la Inversión Privada: NASCAR obtiene capital fresco, experiencia empresarial externa y una hoja de ruta para el crecimiento a largo plazo.
🔹 El Caso de Mantenerlo en la Familia: el alma de NASCAR se mantiene intacta, con Ben Kennedy liderando el camino hacia un futuro moderno sin interferencias corporativas.
Dale Earnhardt Jr. lo resumió perfectamente:
“Se trata de legado—continuar la tradición del deporte mientras se añade una nueva visión para llevarlo hacia adelante.”
El verdadero debate no se trata solo de capital privado o acuerdos mediáticos—se trata de liderazgo. Si NASCAR quiere prosperar en este paisaje cambiante, necesita la visión adecuada al mando. Y esa podría ser Ben Kennedy.