Durante años, la estrategia de start-and-park de NASCAR—donde los equipos con problemas financieros entraban a las carreras solo para completar unas pocas vueltas antes de regresar al garaje—fue tanto un salvavidas para las operaciones en apuros como un frustrante espectáculo secundario para los aficionados. Los críticos la etiquetaron como una mancha en el deporte, mientras que los defensores la vieron como una necesidad económica. Pero cuando NASCAR introdujo el sistema de charter en 2016, la práctica casi desapareció de la Serie Cup, marcando el fin de una de las eras más extrañas de NASCAR.
Sin embargo, a medida que el sistema de charter se encuentra en el centro de una feroz demanda antimonopolio y debates más amplios sobre su equidad, su papel en la eliminación del start-and-park merece reconocimiento. Aquí está cómo una de las políticas más controvertidas de NASCAR erradicó una de sus prácticas más polarizadoras.
La Era del Start-and-Park: ¿Supervivencia o Espectáculo Secundario?
El concepto de start-and-park nació de la desesperación. Operar un equipo de NASCAR requiere una considerable inversión financiera, desde los costos de los motores hasta la logística de viaje. Para los equipos de bajo presupuesto sin patrocinadores, simplemente completar una carrera a menudo era inviable. Pero al calificar para una carrera y retirarse temprano, los equipos podían recoger dinero garantizado por premios mientras evitaban los gastos asociados con neumáticos, combustible y el desgaste prolongado de su equipo.
Para estos equipos, las matemáticas eran innegables. En 2009, Joe Nemechek ganó más de $64,000 en premios en una carrera de la Copa Series a pesar de completar solo unas pocas vueltas y terminar en el 41° lugar. En comparación, Dexter Bean, que corrió toda la carrera y terminó en el 36° lugar, ganó solo $275 más. Para algunos, el inicio y parada no era solo una estrategia; era supervivencia.
Sin embargo, la práctica a menudo rozaba lo absurdo. Los aficionados se cansaron de ver coches saliendo de la pista sin intención de competir, y el espectáculo ocasionalmente se convertía en una farsa. En un incidente notorio de 2010, los equipos de inicio y parada participaron en un extraño juego de «gallina en el garaje», con los conductores turnándose para entrar y salir de los pits para evitar ser el primer coche en retirarse, una distinción que conllevaba la carga de las inspecciones post-carrera.
Mientras tanto, abundaban las historias de manipulación. En la final de la Serie Truck de 2003, Ultra Motorsports presentó camiones adicionales, uno de los cuales causó un accidente que convenientemente eliminó a un rival contendiente al título, lo que provocó acusaciones de conducta antideportiva.
Para la década de 2010, el inicio y parada se había convertido en un pararrayos de críticas, simbolizando la lucha de NASCAR por equilibrar las realidades económicas con la integridad competitiva.
Entra el Sistema de Charter: Un Cambio de Juego
NASCAR introdujo el sistema de charter en 2016 para estabilizar las finanzas de los equipos y crear un modelo de negocio más sostenible. El sistema garantizó a 36 equipos con charter un lugar en cada carrera, asegurando ingresos consistentes independientemente del rendimiento. También redujo el tamaño del campo de 43 a 40 coches, limitando las oportunidades para los equipos sin charter de competir.
Para las operaciones de start-and-park, el sistema de charter significó la perdición. Sin un charter, los equipos tenían que competir por uno de los apenas cuatro lugares disponibles en la parrilla, un gran cambio respecto a los días en que un campo completo garantizaba un pago. Incluso si clasificaban, los pagos reducidos para las entradas sin charter hacían que el start-and-park fuera financieramente inviable.
“Quedó claro que si no ibas a correr toda la carrera, no tenía mucho sentido presentarse,” dijo un ex propietario de equipo que dependía de la estrategia. “El sistema de charter cambió el juego por completo.”
La Represión Más Amplia de NASCAR
El sistema de charter no actuó solo en la eliminación del start-and-park. NASCAR había estado apretando las tuercas sobre esta práctica durante años:
- Reestructuración de Premios: NASCAR reestructuró los pagos para desalentar los retiros tempranos.
- Reglas de Inspección: El primer coche que se retiraba de una carrera era enviado automáticamente al Centro de I+D de NASCAR, añadiendo escrutinio e inconvenientes para los que solían aparcar.
- Reducción de Campos: Las Series Xfinity y Truck redujeron sus tamaños máximos de campo, dejando menos espacios para entradas de start-and-park.
A finales de la década de 2010, el start-and-park había desaparecido en gran medida de la Serie Cup. Aunque algunos rezagados permanecieron en los niveles inferiores, sus días estaban contados.
El Legado del Start-and-Park
El start-and-park permanecerá para siempre como un capítulo polarizador en la historia de NASCAR. Para los equipos de bajo presupuesto, era un mecanismo de supervivencia que los mantenía en la competencia. Para los aficionados y críticos, era una mancha en la credibilidad del deporte.
Pero su desaparición, impulsada en gran medida por el sistema de charter, ha dado paso a una nueva era de competencia. Hoy en día, las carreras de NASCAR cuentan con menos “rellenos de campo” y más contendientes genuinos, un cambio que ha fortalecido la integridad del deporte.
Charters Bajo Fuego
Si bien el sistema de charter ha sido efectivo en estabilizar las finanzas de los equipos y eliminar el start-and-park, no está exento de controversia. Los críticos argumentan que el sistema excluye a posibles nuevos entrantes y consolida el poder entre un pequeño grupo de equipos, sofocando la competencia. Esto ha llevado a desafíos legales, incluyendo una demanda antimonopolio en curso de 23XI Racing y Front Row Motorsports.
A pesar de sus defectos, el impacto del sistema de concesiones en el paisaje competitivo de NASCAR es innegable. Al hacer que el inicio y estacionamiento sea económicamente insostenible, ha ayudado a restaurar el espíritu de competencia a toda velocidad que define las carreras de autos de serie.
El Fin de una Era
El legado del sistema de concesiones aún está evolucionando, pero su papel en el fin del inicio y estacionamiento merece reconocimiento. Para los aficionados y los equipos por igual, la desaparición de esta práctica representa una victoria para la credibilidad de NASCAR, demostrando que incluso las políticas más controvertidas del deporte pueden ofrecer beneficios inesperados. A medida que el debate sobre las concesiones continúa, una cosa es clara: el futuro de NASCAR se ve más brillante sin el inicio y estacionamiento.