Conducir por encima de los límites en Turquía ahora es aún más arriesgado, y no es porque el país haya invertido fuertemente en radares de última generación. El Ministro del Interior turco decidió en cambio fortalecer la flota de vehículos de la policía con modelos de Bentley, Porsche y Ferrari, a los que los conductores de alta velocidad difícilmente podrán escapar.
En total, se han confiscado 23 automóviles en el marco de operaciones contra el tráfico de drogas, transformándolos para sus nuevas misiones del lado correcto de la ley.
Entre los varios modelos de lujo se encuentran un Bentley Continental GT, un Porsche Taycan, un Volkswagen Golf R, un Audi RS 6 Avant y un Ferrari 488 GTB. El modelo italiano es la joya de la corona, equipado con un motor V8 turboalimentado de 3.9 litros que envía 670 cv de potencia al eje trasero.