En un fin de semana revolucionario de NASCAR que hizo historia en México, el mundo del automovilismo fue testigo de un evento inolvidable lleno de triunfos y tribulaciones. La primera carrera de la Copa que otorgó puntos fuera de los EE. UU. desde 1958 tuvo lugar en el Autódromo Hermanos Rodríguez, mostrando talento internacional y una competencia emocionante.
La estrella del fin de semana no fue otra que Shane van Gisbergen, quien no solo logró la victoria en la inaugural carrera de la Copa NASCAR en México, sino que lo hizo de manera dominante. Van Gisbergen dejó a sus competidores en el polvo, terminando a una asombrosa distancia de 16.5 segundos, marcando el mayor margen de victoria en una carrera de la Copa desde 2009. Su excepcional actuación, liderando 60 de 100 vueltas, consolidó su estatus como una fuerza a tener en cuenta en el ámbito del automovilismo.
Sin embargo, en medio de la gloria, hubo quienes enfrentaron contratiempos. Ty Gibbs, a pesar de mostrar promesa a lo largo de la carrera y mantener el ritmo con Van Gisbergen, fue víctima de una desafortunada bandera amarilla que le costó valiosa posición en la pista, relegándolo finalmente a un 11° lugar. Cole Custer, que pasó desapercibido antes de la carrera, aprovechó el momento y capitalizó la bandera amarilla que afectó a Gibbs, asegurando un impresionante octavo lugar y marcando un cambio en su temporada 2025.
El fin de semana no estuvo exento de drama, con Carson Hocevar encontrándose en problemas una vez más tras verse involucrado en múltiples incidentes, incluyendo una altercación con Ricky Stenhouse Jr. Las emociones estaban a flor de piel cuando Stenhouse confrontó a Hocevar después de la carrera, preparando el escenario para intensas rivalidades en eventos futuros.
En medio de la acción llena de adrenalina, Daniel Suárez emergió como un héroe local, cautivando a los aficionados con una actuación estelar que lo vio pasar de último a primero en un auto de respaldo para reclamar la victoria en la carrera de NASCAR Xfinity. A pesar de enfrentar desafíos en la carrera de la Copa, la resiliencia y habilidad de Suárez brillaron, mostrando su talento en un escenario internacional.
El fin de semana también tuvo momentos desgarradores, como la desventura de Kyle Busch al derrapar en una pista resbaladiza por la lluvia, involucrando a múltiples coches en un choque que terminó prematuramente su día y afectó sus posiciones en la temporada 2025. Sin embargo, pilotos como Alex Bowman desafiaron las probabilidades, luchando a través del malestar físico para asegurar un impresionante cuarto lugar, destacando la tenacidad y determinación de los competidores de NASCAR.
En un giro sorprendente de los acontecimientos, la destacada actuación de Ty Dillon en el Chevrolet No. 10 de Kaulig Racing añadió un elemento de imprevisibilidad a la carrera, mostrando la feroz competencia y los resultados inesperados que definen a NASCAR.
El fin de semana de NASCAR en México fue una montaña rusa de emociones, llena de triunfos, desafíos y momentos inolvidables que solidificaron su lugar en la historia del automovilismo. A medida que los pilotos se preparan para futuras carreras, los ecos del electrizante evento de México seguramente resonarán en todo el mundo de NASCAR, preparando el escenario para más enfrentamientos llenos de adrenalina en la pista.