Después de Alemania, ahora es el turno de Austria, Bulgaria, Polonia, Rumanía y Eslovaquia de unirse a los países que buscan detener la intención de la Unión Europea (UE) de multar a las empresas de la industria automotriz que no cumplan con los límites de emisiones de carbono para 2025.
Es importante señalar que a partir del próximo año, la UE tiene como objetivo reducir el límite promedio de emisiones para las ventas de vehículos nuevos de 116 g/km a 94 g/km. En consecuencia, aquellos que superen este límite pueden enfrentar multas de 95 € por cada gramo de dióxido de carbono que exceda el límite, multiplicado por el número de vehículos vendidos, lo que podría resultar en miles de millones de euros en multas.
Según Reuters, la postura de los cuatro miembros de la UE refuerza la oposición de la República Checa e Italia, que han estado en contra de las nuevas medidas de emisiones desde el principio.