Christopher Bell debe estar sintiendo que ha dado en el blanco, habiendo reclamado el título en la 400 Ambetter Health 2025, rompiendo su sequía de 19 carreras. Bell, parte del equipo Joe Gibbs Racing, estaba al volante del Toyota No. 20, liderando el grupo en la última vuelta cuando un desafortunado choque de Josh Berry provocó una bandera amarilla, sellando la carrera a favor de Bell antes de que ondeara la bandera a cuadros.
Carson Hocevar, el joven de 22 años que mostró una velocidad estelar en el Atlanta Motor Speedway, pudo haber sido el catalizador involuntario de la victoria de Bell. A pesar de su ritmo rápido, la falta de experiencia y compostura de Hocevar allanó el camino para que Bell se apoderara de la victoria, mucho al descontento de su compañero de Chevy, Kyle Larson.
El triunfo de Bell fue inesperado, considerando que había comenzado desde la posición 32 en la 400 Ambetter Health 2025. Enfrentado a la desalentadora tarea de superar a una serie de Chevys y Fords más rápidos, Toyota ajustó ingeniosamente el Camry No. 20 de Bell para maximizar el manejo, confiando en la capacidad del piloto para capitalizar choques y reinicios para ganar posiciones en la parrilla. Esta estrategia dio grandes frutos, con Bell tomando la delantera durante la última vuelta.
El giro inesperado ocurrió cuando Hocevar, en un movimiento sorprendente, ayudó inadvertidamente a Bell al interrumpir el impulso de Larson, dejándolo varado. Reflexionando sobre el incidente, Bell reconoció el estilo de conducción agresivo de Hocevar, afirmando: «Si hay un hueco, él lo tomará. Si no hay un hueco, él creará uno.»
Hocevar, aún en su segunda temporada de la Copa, todavía no se ha convertido en un contendiente regular para las victorias. Su falta de experiencia y compostura fue evidente cuando subestimó una maniobra, ayudando inadvertidamente a Bell a la victoria y relegando a Larson a un tercer lugar.
Las acciones de Hocevar no fueron bien recibidas por Larson y otros pilotos. Kyle Busch, conduciendo el Chevrolet Z1 de Richard Childress Racing, estuvo particularmente molesto por los movimientos imprudentes de Hocevar en la pista, lo que le hizo perder posiciones. Busch expresó su frustración por la radio del equipo, prometiendo venganza contra Hocevar.
Las acciones de Hocevar son reminiscentes del enfoque agresivo de Ross Chastain hace unos años. Chastain, etiquetado como el ‘chico malo’ de NASCAR, tenía una inclinación por causar incidentes en la pista, mucho al detrimento de sus compañeros pilotos de Chevy. Notablemente, el propietario del equipo, Rick Hendrick, había emitido una clara advertencia: «Si nos chocas, te lo devolveremos.»
Aunque Hocevar se ha disculpado por sus acciones, si continúa siendo una fuerza disruptiva en la pista, Hendrick podría tener que intervenir. Tal como están las cosas, Hocevar ya ha molestado a varios jugadores clave en el juego, y no sería sorprendente si alguna forma de represalia está en camino. La pregunta sigue siendo: ¿aprenderá Hocevar de esta experiencia o continuará causando problemas en la pista de carreras? Mantendremos los ojos abiertos para el drama que se desarrolla en COTA.