El director del equipo Red Bull, Christian Horner, ha reafirmado la afirmación de que Red Bull Racing y su equipo junior, AlphaTauri, operan como entidades independientes. Esta afirmación sigue al intenso choque entre Sergio Pérez y Liam Lawson durante el GP de México, donde las tensiones estallaron después de que Lawson adelantara a Pérez en un momento candente que culminó con Lawson levantando el dedo medio hacia el piloto mexicano.
El incidente provocó una respuesta airada de Pérez, quien criticó públicamente la actitud de Lawson, cuestionando su preparación para la F1. Sin embargo, Horner fue rápido en abordar la situación, confirmando que Lawson se disculpó con Pérez después de la carrera y sugiriendo que la altercación fue un momento de aprendizaje. “Liam se ha disculpado con Checo,” dijo Horner a medios selectos. “Habrá lecciones de esto, pero ciertamente es frustrante para Checo recibir daños y perder puntos valiosos hoy.”
Este incidente ha reavivado preguntas sobre la relación entre Red Bull Racing y AlphaTauri, ambos propiedad de Red Bull pero supuestamente independientes en su operación. Críticos, incluido el CEO de McLaren, Zak Brown, han planteado repetidamente preocupaciones sobre un modelo de propiedad única que podría influir en los resultados de las carreras, especialmente en batallas cerradas por el campeonato. El mes pasado, AlphaTauri hizo entrar a Daniel Ricciardo en boxes en Singapur, permitiéndole reclamar la vuelta más rápida—una maniobra que tuvo un costo para Lando Norris, quien perdió un punto en su lucha contra Max Verstappen por el segundo lugar en la clasificación de pilotos.
La maniobra suscitó un mayor escrutinio, con el director del equipo McLaren, Andrea Stella, cuestionando la autonomía de AlphaTauri. Norris advirtió: “Si es repetitivo, ahí es donde lo cuestionaríamos más a fondo.”
Horner desestimó estas preocupaciones, defendiendo el movimiento de AlphaTauri para asegurar la vuelta más rápida de Ricciardo como un gesto de celebración. «Daniel quería terminar en lo alto,» afirmó, minimizando las sospechas de McLaren.
A medida que la temporada se acerca a sus últimas carreras, las operaciones de Red Bull seguirán bajo el microscopio. La intensa rivalidad en la pista y el aumento de la vigilancia fuera de ella subrayan las tensiones entre los equipos de carreras independientes y aquellos bajo propiedad conjunta en el paddock de Fórmula 1.