Las reglas de compromiso de la Fórmula 1 están nuevamente bajo el microscopio tras un enfrentamiento polémico entre Max Verstappen y Lando Norris durante el Gran Premio de la Ciudad de México. El incidente ha reavivado el debate sobre lo que se considera juego limpio en las carreras rueda a rueda y ha destacado una falla crítica en las regulaciones actuales. Mientras los pilotos y los aficionados presionan por directrices más claras, el director del equipo Red Bull, Christian Horner, tomó una postura diferente, provocando más controversia con su defensa de Verstappen.
El núcleo de la disputa radica en la interpretación de los movimientos defensivos, particularmente en lo que respecta a cuándo un piloto que va por dentro puede empujar a un oponente que va por fuera fuera de la pista para mantener su posición. Las regulaciones actuales favorecen inadvertidamente al coche que está por dentro, permitiendo que un piloto controle la curva incluso si eso significa forzar al coche de fuera a salir de la línea de carrera. Verstappen aprovechó esto hábilmente en Austin, impidiendo que Norris completara un adelantamiento e incluso causando que Norris incurriera en una penalización. Sin embargo, en México, fue Verstappen quien enfrentó una penalización, lo que llevó a opiniones contrastantes sobre las reglas.
Tras el Gran Premio de México, los pilotos de la parrilla discutieron estas regulaciones, expresando un sentimiento casi universal de que las directrices deben evolucionar para evitar que los pilotos que van por dentro monopolizen el control de una curva, especialmente cuando ambos coches están uno al lado del otro. «Cuando compites con estos grandes pilotos, aprendes cosas», reflexionó Norris después de la carrera, reconociendo las complejidades de equilibrar el juego limpio con una defensa asertiva.
Mientras muchos coincidieron en que el reglamento necesita una actualización, Horner defendió el enfoque de Verstappen, insistiendo en que las pautas actuales son justas. Llegó incluso a llevar datos de GPS a su conferencia de prensa, afirmando que Norris “no habría hecho la curva” dado su velocidad y posición de frenado. Sugirió que Norris estaba «efectivamente fuera de los frenos» para adelantarse en el vértice, lo que argumentó que era un enfoque antideportivo. Horner enfatizó que las carreras deberían recompensar a los pilotos que mantienen la línea interior: “Si estás en el exterior, no tienes prioridad. De lo contrario, terminaremos con un desastre en estas últimas cinco carreras.”
Los comentarios de Horner han dividido opiniones. Las imágenes a bordo sugieren que Norris habría hecho la curva si Verstappen hubiera dejado suficiente espacio, poniendo en tela de juicio el argumento basado en datos de Horner. Al argumentar que Norris atacó injustamente desde el exterior, Horner ha tomado una postura contraria al consenso entre los pilotos, muchos de los cuales creen que las carreras lado a lado deberían permitir espacio para ambos coches si están igualmente comprometidos.
Para añadir leña al fuego, Horner argumentó que las reglas actuales favorecen demasiado los movimientos por el exterior, creando una ventaja injusta que podría llevar al caos. «Es casi la ventaja ahora porque todo lo que tienes que hacer es tener tu nariz por delante en el vértice,” dijo. Sin embargo, los críticos contraargumentan que la línea exterior nunca ha sido inherentemente ventajosa—la física dicta que el coche en el interior siempre tendrá mejor agarre, pero solo si respeta los límites de la pista y permite espacio para un retador exterior.
Donde Horner puede tener un punto es en la necesidad de una aplicación consistente de las reglas. Destacó las recientes penalizaciones, como la que recibió Verstappen, que él consideró más severas de lo necesario. Pero al defender a Verstappen, Horner pasa por alto que competir “justamente” significa respetar el derecho de un oponente a tener espacio cuando están completamente al lado. En México, la maniobra de Verstappen obligó a Norris a tomar acción evasiva para evitar una colisión, un ejemplo de cómo las maniobras internas pueden ser excesivamente agresivas bajo las pautas actuales.
A medida que la temporada se acerca a sus rondas finales, está claro que la FIA enfrenta una creciente presión para aclarar las reglas de adelantamiento. El debate se centra en definir cuándo y cómo se debe dejar espacio para un competidor externo, especialmente a medida que los pilotos se vuelven más hábiles en explotar cada centímetro de pista en batallas feroces. Con múltiples pilotos expresando su frustración, hay esperanza de que las regulaciones puedan evolucionar para fomentar carreras más limpias y justas que respeten tanto las líneas internas como externas.
Por ahora, la defensa de Horner de Verstappen resalta la presión que siente Red Bull para mantener su liderazgo a medida que la competencia se intensifica. Pero una cosa es cierta: si las reglas no se aclaran pronto, es probable que veamos más de estas explosivas disputas en la incesante búsqueda de la F1 por el equilibrio perfecto en las carreras.