Christian Horner, director del equipo Red Bull Racing, ha hecho una comparación sorprendente entre las notables habilidades de conducción de Max Verstappen y las del legendario Michael Schumacher durante sus primeros años en Benetton en la década de 1990. La destreza de Verstappen, especialmente en el manejo de un coche afectado por problemas de rendimiento, le ha valido elogios de Horner, quien ve ecos del genio de Schumacher en el piloto neerlandés.
Esta temporada, Red Bull ha enfrentado desafíos poco característicos, especialmente con el RB20, que ha demostrado ser difícil de manejar debido a problemas significativos en la conducción. La desconexión entre los ejes delantero y trasero del coche ha causado un rendimiento inconsistente, pero el puro talento de Verstappen le ha permitido mitigar estos problemas y seguir finalizando en el top 10. En Monza, a pesar de los problemas de rendimiento del coche, Verstappen logró asegurar un respetable sexto lugar, maximizando el potencial de una situación difícil.
“Max, debido a su increíble capacidad para sortear problemas, ha podido manejarlo, mientras que a Checo le ha afectado mucho más,” comentó Horner, enfatizando cómo la adaptabilidad de Verstappen ha eclipsado a su compañero de equipo, Sergio Pérez, quien ha tenido dificultades para hacer frente a los problemas del coche.
Horner destacó además cómo el dominio de Verstappen sobre el RB20 recuerda al estilo de conducción de Schumacher durante sus días en Benetton. Así como Schumacher extraía constantemente cada onza de rendimiento de sus coches a principios de los 90, mientras que otros no lograban acercarse a sus resultados, Verstappen está mostrando el mismo nivel de brillantez al volante.
“Casi hasta el punto en que, un poco como el Benetton a principios de los 90, donde Michael [Schumacher] podía conducir ese coche, pero quienquiera que se subiera a él parecía realmente tener dificultades,” explicó Horner, cementando el paralelo entre los talentos de los dos pilotos.
En Monza, Red Bull descubrió problemas críticos cuando redujeron la carga aerodinámica del RB20. Los ejes delantero y trasero no se comunicaban de manera efectiva, creando un desajuste en el manejo que obstaculizaba el rendimiento general del coche. Horner admitió que las herramientas de simulación del equipo habían subestimado significativamente el rendimiento real del coche en pista.
“Estábamos viendo la magnitud del problema en la preparación para Monza. Cuando quitabas la carga aerodinámica del coche, resaltaba la desconexión entre los ejes delantero y trasero, y los números que esperábamos ver en pista estaban muy lejos de donde estaban nuestras herramientas de simulación,” reveló Horner, reflejando la profundidad de los problemas del coche.
Con más de tres semanas hasta la próxima carrera, Red Bull tiene una ventana crítica de oportunidad para refinar el rendimiento del RB20. Actualmente a 41 puntos detrás de McLaren en el Campeonato de Constructores, el equipo necesita encontrar una manera de cerrar la brecha si quiere recuperar su forma dominante y luchar por el título.
A medida que Verstappen continúa demostrando su valía en la pista, su capacidad para adaptarse y superar desafíos técnicos destaca por qué muchos lo ven como un piloto en la moldura de Schumacher—listo para dominar el deporte durante los próximos años.