DAYTONA BEACH, Fla. — A medida que los rumores circulan sobre la posible aparición del Presidente Donald Trump en el Daytona 500 de 2025, el Campeón de la Serie de la Copa NASCAR 2020 Chase Elliott ha compartido sus pensamientos sobre lo que podría significar para el deporte.
Con la apertura de la temporada de NASCAR en el Daytona International Speedway programada para el domingo, Elliott reconoció que la asistencia de un presidente en funciones sería un momento importante, tal como lo fue cuando Trump fue Gran Mariscal del Daytona 500 de 2020.
Elliott: ‘Atrae Muchas Miradas a Nuestro Deporte’
Elliott enfatizó la importancia de una visita presidencial, señalando que pone el foco en la carrera más grande de NASCAR del año y atrae nuevas audiencias.
“Sí, creo que tener a un presidente en funciones que venga y sea parte de uno de nuestros días más importantes del año, ciertamente el más grande, lo que yo llamaría nuestro evento más grande del año, creo que es especial y definitivamente atrae muchas miradas y una perspectiva diferente sobre lo que hacemos aquí para la carrera. Siempre pensé que era realmente genial.”
Presidentes y el Daytona 500: Una Conexión Histórica
NASCAR ha disfrutado durante mucho tiempo de una estrecha relación con la Casa Blanca. Elliott recordó una tradición más antigua donde el presidente llamaría personalmente al ganador de Daytona 500—una costumbre que puede o no seguir vigente hoy en día.
“Recuerdo que el presidente en funciones solía llamar al ganador. No sé si lo recordarás o no, pero sucedieron algunas historias. No sé si eso sucede ahora. Es solo algo genial.”
El Desafío de Daytona 500 de Elliott
A medida que Elliott se prepara para la carrera del domingo, sabe que asegurar una victoria en el No. 9 Chevrolet de Hendrick Motorsports no será fácil. Partiendo desde P17, tendrá que navegar a través de una caótica batalla de 200 vueltas y 500 millas—una famosa por su imprevisibilidad.
“Va a ser una carrera dura. Tienes que ponerte en la posición correcta y evitar los grandes accidentes.”
Ya sea que Trump llegue a Daytona o no, Elliott y sus competidores están enfocados en una cosa: asegurar el Trofeo Harley J. Earl y grabar su nombre en los libros de historia.