Chase Briscoe: La Sensación de NASCAR que Pasa Desapercibida
A medida que se acercan los Playoffs de la NASCAR Cup Series, todas las miradas deberían estar puestas en Chase Briscoe. Esta estrella en ascenso, que ahora conduce el Toyota No. 19 de Joe Gibbs Racing, es una fuerza a tener en cuenta—sin embargo, de alguna manera sigue estando en las sombras de sus compañeros de equipo más celebrados. Con solo 30 años, Briscoe está teniendo una de las temporadas más impresionantes de su carrera, y es hora de poner el foco en sus logros notables.
La transición de Stewart-Haas Racing a Joe Gibbs Racing no es una tarea fácil, especialmente al reemplazar a un pilar como Martin Truex Jr. Las expectativas eran altísimas, sin embargo, Briscoe no solo las ha cumplido, sino que también ha demostrado una resiliencia y habilidad que están llamando la atención—aunque de manera silenciosa. Mientras los titulares son acaparados por Denny Hamlin, quien cuenta con cuatro victorias, el máximo en la liga, y Christopher Bell, quien logró tres increíbles victorias al inicio de la temporada, Briscoe ha estado tejiendo su propia narrativa de manera constante.
El Punto de Inflexión en Pocono
El momento crucial para Briscoe llegó en el Great American Getaway 400 en el Pocono Raceway, donde logró su primera victoria para Joe Gibbs Racing. Partiendo desde la posición de privilegio, Briscoe mostró una clase magistral en estrategia de carrera al liderar la asombrosa cifra de 72 de las 160 vueltas. Sin embargo, la victoria no llegó sin desafíos. En los tramos finales de la carrera, mostró una notable compostura, ahorrando combustible hábilmente mientras se defendía de la feroz competencia de Hamlin y Ryan Blaney, ambos veteranos experimentados en la pista. Cruzando la línea de meta solo 0.682 segundos por delante de Hamlin, Briscoe consolidó su lugar en los playoffs de 2025, marcando su tercera victoria en la Cup.
Su triunfo en Pocono fue más que solo una victoria; validó la confianza que expresó anteriormente en la temporada tras un arduo segundo lugar en Sonoma. «Siento que a menudo me pasan por alto, pero espero poder ganarme el respeto de muchos chicos… Este auto No. 19 finalmente me permite mostrar de lo que siento que soy capaz,» afirmó Briscoe, destacando su determinación para hacerse un lugar entre la élite de NASCAR.
Una Nueva Era con Joe Gibbs Racing
El éxito de Briscoe también se puede atribuir al sólido liderazgo en Joe Gibbs Racing. La presencia del entrenador Joe Gibbs, quien está involucrado en cada reunión y en la pista cada fin de semana, crea un ambiente de responsabilidad y apoyo. «Solo tener al jefe alrededor… Él solo está tratando de hacer que Joe Gibbs Racing sea tan exitoso como pueda,» señaló Briscoe, enfatizando la importancia de tener a alguien como Gibbs en su esquina.
Desde esa emocionante victoria en Pocono, el rendimiento de Briscoe solo ha mejorado. Tras una mezcla de resultados, incluyendo un segundo lugar en Sonoma—su mejor resultado en un circuito de carretera—Briscoe ha demostrado que puede adaptarse y sobresalir bajo presión. Logró un admirable segundo lugar en Dover y dominó las etapas iniciales en el Brickyard 400, donde no solo ganó la pole sino que también se llevó la Etapa 1 antes de terminar en el lugar 18. Sus actuaciones recientes lo han catapultado al octavo lugar en la clasificación con 640 puntos mientras se dirige a la carrera crítica en Watkins Glen.
El Camino por Delante: Watkins Glen y Más Allá
El próximo desafío de Briscoe le espera en Watkins Glen International para el Go Bowling at The Glen, una agotadora carrera de 90 vueltas que cubre 220.5 millas. Aunque su historial en circuitos de carretera ha sido irregular—con solo dos finales entre los 10 primeros en cuatro apariciones—su reciente impulso sugiere que podría dar la sorpresa. El legado del ex piloto del No. 19, Martin Truex Jr., pesa mucho, dado su éxito en Watkins Glen y en las siguientes carreras en Richmond y Daytona.
Si Briscoe continúa aprovechando el impulso que ha construido, hay todas las razones para creer que este caballo oscuro podría pronto ser un nombre familiar. Con múltiples victorias en el horizonte, es hora de que tanto los aficionados como los críticos presten atención a Chase Briscoe—un piloto que ya no es solo un nombre en el campo, sino un contendiente listo para reclamar su lugar entre los élites de NASCAR. No subestimes a esta estrella en ascenso mientras se prepara para una carrera de playoffs que podría redefinir su carrera y solidificar su estatus en los anales de la historia del automovilismo.