En un giro sorprendente de los acontecimientos en el Gran Premio de Miami, Charles Leclerc enfrentó consecuencias adicionales tras un dramático choque durante la carrera sprint. El piloto de Ferrari fue reprendido por la FIA por conducir un vehículo inseguro, lo que generó controversia y discusiones entre los aficionados y expertos por igual.
El infortunio de Leclerc golpeó antes de que la carrera sprint comenzara, ya que perdió el control de su auto en camino a la parrilla, resultando en una colisión con la pared. A pesar de los daños significativos sufridos por su Ferrari, Leclerc continuó conduciendo desafiante, con escombros cayendo de su auto mientras navegaba por el circuito de Miami.
La intensa situación obligó a Leclerc a finalmente detenerse y abandonar la carrera antes de que hubiera comenzado, dejando a su equipo luchando por reparar el vehículo a tiempo para la sesión de clasificación. El piloto y un representante del equipo fueron convocados ante los comisarios para abordar la posible violación del Artículo 26.10 de los Reglamentos Deportivos de la FIA, que describe el protocolo para los pilotos con vehículos dañados que representan un riesgo en la pista.
Tras una revisión exhaustiva del incidente, la FIA emitió a Leclerc su primera reprimenda de la temporada. La declaración oficial destacó la secuencia de eventos, enfatizando la decisión del piloto de continuar en la pista a pesar de los daños visibles en su auto. Los comisarios categorizaron el incidente durante la vuelta de reconocimiento como lo harían en una sesión de práctica, justificando la reprimenda como una acción disciplinaria necesaria.
Mientras el mundo del automovilismo zumbra con este último desarrollo, Leclerc y su equipo tienen la opción de apelar la decisión dentro de las pautas establecidas. Las repercusiones de este fallo seguramente tendrán un impacto duradero en el rendimiento y la reputación de Leclerc a medida que avanza la temporada.