En un giro dramático de los acontecimientos que envió ondas de choque a través del mundo de NASCAR, dos miembros clave del equipo de pits de Legacy Motor Club han sido suspendidos tras un costoso error en el Las Vegas Motor Speedway. John Rosselli, el cambiador de neumáticos delanteros, y Kellen Mills, el que levanta el coche de Erik Jones en el No. 43 Toyota, han sido apartados de los próximos dos eventos de la Copa después de que una rueda se desprendiera del coche de Jones justo después de una parada en pits rutinaria en la vuelta 70.
Esta desastrosa parada en pits dejó a Jones regresando cojeando a los pits y sirvió como una penalización de dos vueltas durante la carrera del domingo, sellando su destino con un decepcionante 25º lugar. El implacable reglamento de NASCAR impuso una suspensión automática de dos semanas a ambos miembros del equipo por su papel en el incidente de la rueda. Serán elegibles para regresar en la emocionante final de temporada en el Phoenix Raceway.
Pero esa no fue la única consecuencia de la dura medida de NASCAR contra los errores en la pista de pits. Tres equipos de la Serie Xfinity recibieron multas tras una serie de infracciones relacionadas con tuercas de ruedas durante la carrera del sábado. Los jefes de equipo Jonathan Toney (Cole Custer), Shane Whitbeck (Jeb Burton) y Kevin Johnson (Kyle Sieg) recibieron cada uno una multa de $5,000 por sus respectivas violaciones, lo que resalta aún más el enfoque serio del deporte hacia la seguridad y la precisión.
A medida que NASCAR aprieta las tuercas sobre los errores del equipo de pits, esta última ronda de sanciones sirve como un recordatorio claro de que incluso el más mínimo desliz en el calor de la competencia puede tener consecuencias catastróficas para los equipos que compiten por la gloria.