En lo que solo puede calificarse como un gran tropiezo para el equipo de Kyle Larson, dos miembros clave de su equipo de pits han recibido suspensiones tras un incidente de rueda perdida en el Circuito de las Américas. Brandon Johnson, el hombre del gato del equipo, y Blaine Anderson, el cambiador de neumáticos delanteros, han sido apartados para los próximos dos eventos de la Copa que se llevarán a cabo en el Phoenix Raceway y el Las Vegas Motor Speedway.
El infortunio se desarrolló en la vuelta 44 de la carrera cuando la rueda delantera derecha de Larson se desprendió después de una parada en pits. Este contratiempo desencadenó una cadena de eventos que culminó en que Larson fue retenido durante dos vueltas, finalizando en un decepcionante 32º lugar en el EchoPark Automotive Grand Prix.
Esta suspensión es una consecuencia directa de las nuevas pautas de penalización formuladas por NASCAR antes de que comenzara la temporada 2023. Según las reglas revisadas, cualquier coche que pierda una rueda mientras está en el área de pits bajo la bandera amarilla hará que el conductor reinicie la carrera desde la parte trasera. Si la rueda se cae mientras la bandera verde está en alto, el conductor sufre una penalización de paso. En el escenario más severo, si la rueda se desprende más allá del área de pits, el equipo enfrenta una penalización de dos vueltas, y dos miembros del equipo enfrentan una suspensión de dos carreras. La penalización de Larson, desafortunadamente, cayó bajo esta última y más severa categoría.
A raíz de esta suspensión, Hendrick Motorsports ha tenido que hacer rápidas sustituciones. Eric Ludwig asumirá el papel de gato de Larson y Jafar Hall se encargará de cambiar los neumáticos para el próximo evento en Phoenix. Tanto Ludwig como Hall son extraídos del equipo del coche No. 7 de Justin Haley, otro testimonio de las colaboraciones ingeniosas de Hendrick Motorsports con Spire Motorsports.
Esta suspensión pondrá sin duda a prueba la resiliencia y adaptabilidad del equipo, pero como se dice en las carreras, el espectáculo debe continuar. El verdadero desafío ahora para Larson y su equipo será navegar las próximas dos carreras sin las caras familiares de Johnson y Anderson en los pits.