En el mundo de alta octanaje de NASCAR, donde la potencia y la voluntad humana colisionan en la pista de carreras, las relaciones lo son todo. Pocas asociaciones ejemplifican esto tan bien como el vínculo de larga data entre el piloto de NASCAR Bubba Wallace y su spotter, Freddie Kraft. La dinámica interacción del dúo, construida sobre la confianza mutua, el amor duro y la adaptabilidad inquebrantable, ha sido fundamental en su camino hacia la cima de la NASCAR Cup Series, un viaje marcado por dos victorias significativas en Talladega (2021) y Kansas (2022) respectivamente.
Esta asociación de 15 años, que se remonta a 2010, es la piedra angular de su historia de éxito compartido en el ferozmente competitivo mundo del automovilismo. Los primeros días los vieron conseguir una victoria en su carrera debut en la NASCAR K&N Pro Series East en el Greenville-Pickens Speedway. Desde entonces, su vínculo solo ha crecido más fuerte, evolucionando hacia una relación que prospera en la comunicación sincera, el respeto mutuo y una ambición compartida por la excelencia.
Pero, ¿qué hace que esta asociación sea verdaderamente única? Es la mezcla perfecta de honestidad, humor y un enfoque de amor duro que los mantiene con los pies en la tierra. Wallace, conocido por su actitud directa, no tiene reparos en frenar a su spotter durante las carreras de alta presión. En sus propias palabras, «no tiene miedo de decirle, ‘Hey, cállate la boca’… Creo que lo digo cada fin de semana.”
La influencia de Kraft se extiende más allá del papel convencional de un spotter. No solo es los ojos de Wallace en la pista, sino también un sistema de apoyo sólido fuera de ella. Su comunicación ha evolucionado a lo largo de los años, mejorando y adaptándose a la naturaleza exigente del deporte. Wallace atribuye esta familiaridad y comodidad con la voz de Kraft como crucial para su éxito.
La camaradería del dúo se extiende más allá de la emoción de la carrera y los confines de la pista. En un emotivo tributo en 2023, Wallace honró al difunto padre de Kraft al mostrar su nombre en el auto No. 23, un testimonio de su profunda amistad y respeto mutuo.
Sin embargo, su viaje no ha estado exento de obstáculos. Desde errores estratégicos que les costaron una victoria potencial en el Daytona 500 de 2025 hasta las tumultuosas negociaciones de charters entre NASCAR y los propietarios de equipos en 2024, han enfrentado su parte de desafíos. A pesar de esto, la reciente extensión de contrato por varios años de Wallace con 23XI Racing, co-propiedad de la leyenda de la NBA Michael Jordan y el veterano de NASCAR Denny Hamlin, significa una renovada confianza en su destreza en las carreras. Este anuncio fue recibido con reacciones mixtas en X (anteriormente Twitter), con Kraft, fiel a su naturaleza, defendiendo a su piloto de los críticos en su habitual estilo directo.
La historia del dinámico dúo es un relato inspirador de amistad duradera, confianza inquebrantable y crecimiento mutuo frente a la adversidad. A medida que se preparan para otra temporada con 23XI Racing, su vínculo sigue siendo un elemento pivotal en la carrera de Wallace. Esta alianza de 15 años, soportando los altibajos del deporte, es un testimonio del hecho de que el amor duro, de hecho, puede ser la clave para lograr un éxito sostenido en NASCAR.









