A medida que 23XI Racing continúa su impresionante ascenso en NASCAR, Bubba Wallace se encuentra en el centro de atención por todas las razones equivocadas. Mientras Tyler Reddick y el equipo #45 prosperaron en 2024—asegurando el Campeonato de la Temporada Regular y una aparición en el Campeonato 4—Wallace y el equipo #23 se quedaron atrás, incapaces de convertir su potencial en éxito tangible. El veterano de NASCAR Larry McReynolds cree que la próxima temporada podría ser decisiva para Wallace, y la presión está aumentando.
El Éxito de Reddick Destaca las Luchas de Wallace
La espectacular campaña de 2024 de Tyler Reddick, que incluyó dos victorias y consistentes finales en el podio, demostró las capacidades de 23XI Racing. En marcado contraste, Wallace, a pesar de mostrar velocidad y destellos de brillantez, no logró clasificarse para los playoffs y extendió su racha sin victorias a 43 carreras. Los logros de Reddick—particularmente con configuraciones y recursos casi idénticos—plantean preguntas sobre por qué el equipo #23 no pudo replicar ese éxito.
Larry McReynolds no se anduvo con rodeos al abordar la disparidad:
“Este es un año bastante crítico para Bubba Wallace. Tyler Reddick ganó más carreras este año solo que Bubba en toda su carrera. Dos victorias en 255 inicios… Simplemente siento que este es un año bastante crítico para que Bubba salga y compita por victorias.”
Estadísticamente el Mejor Año de Wallace—Pero No Es Suficiente
En números, Wallace tuvo su mejor temporada en 2024, con 14 top 10, seis top 5, y un promedio de finalización de 15.278. Sin embargo, estas estadísticas no son suficientes para un equipo con ambiciones de campeonato. El rápido crecimiento de 23XI Racing y la adición de un tercer coche para Riley Herbst subrayan la intención de la organización de competir al más alto nivel. La falta de victorias y la inconsistencia de Wallace hacen que su posición sea cada vez más precaria.
Cambios Masivos para el Equipo #23
En un esfuerzo por rejuvenecer el equipo #23, 23XI Racing se separó del veterano jefe de equipo Bootie Barker y trajo a Charles Denike. Aunque Denike tiene un sólido historial en la Craftsman Truck Series, con nueve victorias y experiencia trabajando con talentos de NASCAR como Chase Elliott y Sam Mayer, esta marca su primera incursión como jefe de equipo de la Copa.
Bootie Barker admitió que fue sorprendido por la decisión:
“No voy a mentir; fue una sorpresa… Rara vez el jefe de equipo decide cómo va a salir. Simplemente no funciona así.”
El movimiento señala que los propietarios del equipo Michael Jordan y Denny Hamlin no están dispuestos a conformarse con la mediocridad. El nombramiento de Denike es una apuesta, pero refleja la urgencia de convertir al equipo #23 en una escuadra ganadora de carreras.
¿Qué está en juego para Bubba Wallace?
Para Wallace, el 2025 se perfila como un año definitorio. Con un nuevo jefe de equipo, recursos mejorados y una competencia interna creciente de sus compañeros de equipo Tyler Reddick y Riley Herbst, las expectativas son claras: Wallace debe entregar victorias y competir consistentemente en la parte delantera. Cualquier cosa menos podría poner en peligro su permanencia en 23XI Racing.
La presión no se le escapa a Wallace, quien ha enfrentado su parte de críticos a lo largo de su carrera. Su capacidad para enfrentar el desafío en 2025 determinará si puede mantenerse al ritmo del meteórico ascenso de 23XI Racing—o quedar rezagado.
¿Valdrá la pena la apuesta?
La reestructuración del equipo #23, combinada con expectativas elevadas, convierte el 2025 en un año crucial tanto para Wallace como para 23XI Racing. Si Wallace y Denike pueden integrarse y entregar resultados, consolidarán el lugar del equipo #23 como un contendiente al campeonato. Pero si la inconsistencia sigue afectando al equipo, podría significar el fin de la permanencia de Wallace en una organización que claramente tiene la vista puesta en la cima.
Las apuestas nunca han sido tan altas, y la temporada de NASCAR 2025 promete ser una olla a presión para Bubba Wallace. ¿Se elevará a la ocasión o se desmoronará bajo el peso de las expectativas? El tiempo lo dirá.