El ex piloto de Fórmula 1 y actual comentarista de Sky Sports F1, Martin Brundle, ha opinado sobre la controvertida pena de servicios comunitarios impuesta a Max Verstappen por usar un exabrupto durante una conferencia de prensa, instando al piloto neerlandés a no desperdiciar su energía en el asunto. Los comentarios de Brundle llegan después de que los comisarios de la FIA penalizaran al as de Red Bull, destacando lo que muchos ven como una hipocresía flagrante en un deporte donde los improperios son poco raros.
La penalización fue una respuesta directa a la reciente llamada del presidente de la FIA, Mohammed ben Sulayem, para que los pilotos eviten usar lenguaje grosero en sus funciones oficiales, incluidas las conferencias de prensa y las entrevistas posteriores a la carrera. Ben Sulayem generó controversia con su comentario de «no somos raperos», desatando un acalorado debate que culminó en que Verstappen se convirtiera en el primer objetivo de alto perfil de esta nueva represión.
La hipocresía de la situación no ha pasado desapercibida para los aficionados y comentaristas por igual. La F1 no es ajena al lenguaje colorido, tanto dentro como fuera de la pista, con figuras como el ex director del equipo Haas F1, Guenther Steiner, prácticamente construyendo una marca con su discurso sin filtros. Sin embargo, el desliz de Verstappen fue recibido con acción disciplinaria, un movimiento visto por muchos como un juego de poder disfrazado por parte de la FIA.
Brundle, revisando el drama que se desarrolló en el Gran Premio de Singapur, sugirió que Verstappen no debería dejarse arrastrar por la trivial búsqueda de decoro de la FIA. «No estoy seguro de por qué Max se está dejando distraer y arrastrar a la batalla de los improperios con la FIA,» comentó Brundle. «Es energía desperdiciada y no le sirve de nada.»
Brundle reconoció que, aunque los pilotos no son niños, representan a sus equipos, patrocinadores y millones de fans en todo el mundo. «Son íconos, campeones, formadores de opinión, y deberían pensar en la responsabilidad que conlleva ese privilegio, especialmente con tantos jóvenes aficionados mirando,» dijo. Sin embargo, también señaló que los insultos gratuitos fuera del calor del momento son innecesarios, sugiriendo un equilibrio entre autenticidad y profesionalismo.
Para Verstappen, las consecuencias han sido frustrantes. Tras su segundo lugar en Singapur, el campeón reinante ha sido notablemente cortante en las entrevistas, señalando su descontento con toda la saga. «Este tipo de cosas definitivamente deciden mi futuro también. Cuando no puedes ser tú mismo o tienes que lidiar con este tipo de tonterías… Es realmente agotador,» lamentó Verstappen.
La tensión entre la FIA y Verstappen llega en un momento crucial de la temporada de F1, con la batalla por el campeonato intensificándose y cada carrera contando en la cuenta regresiva hacia la final en Abu Dhabi. Para muchos, incluido Verstappen, esta saga de insultos se siente como un espectáculo secundario innecesario que distrae del verdadero drama en la pista.
El mensaje de Brundle a Verstappen es claro: no dejes que el ruido de la FIA te distraiga de lo que realmente importa. A medida que la F1 se dirige hacia la recta final de una temporada electrizante, el enfoque debería estar en las carreras—no en la vigilancia del lenguaje por parte de un organismo gobernante desconectado.