En un giro inesperado durante la preparación para el Gran Premio de Italia, las pruebas rutinarias del coche de seguridad de la Fórmula 1 se detuvieron repentinamente cuando el coche de seguridad Aston Martin Vantage sufrió un dramático accidente en la famosa curva Parabólica de Monza el jueves.
Bernd Maylander, el veterano conductor del coche de seguridad, estaba completando las comprobaciones habituales del sistema y las vueltas rápidas destinadas a garantizar la preparación del coche de seguridad para la acción de alta velocidad del fin de semana. Sin embargo, las cosas tomaron un giro cuando Maylander pareció perder el control del vehículo al acercarse a Parabólica, una de las curvas más desafiantes del circuito.
El potente Vantage F1 Edition, que cuenta con 656 caballos de fuerza gracias a su motor V8 biturbo de 4.0 litros mejorado, derrapó en el área de escape de asfalto antes de caer en la trampa de grava. El coche luego chocó violentamente contra las barreras de neumáticos, deteniéndose de costado contra el muro de protección.
A pesar de la gravedad del accidente, tanto Maylander como su pasajero salieron ilesos, saliendo del vehículo sin ayuda. La causa exacta del incidente sigue sin estar clara, con especulaciones sobre si se debió a una falla mecánica o a un raro error del experimentado conductor.
Después del accidente, el coche médico de F1, que también había estado en la pista para su prueba del jueves, llegó rápidamente al lugar. Maylander y su pasajero fueron transportados de regreso a los boxes, mientras que el coche médico reanudó sus tareas poco después. Mientras tanto, los funcionarios de pista trabajaron rápidamente para recuperar el coche de seguridad dañado y despejar el área.
El Aston Martin Vantage, presentado este año con mejoras significativas que incluyen mayor potencia y mejor aerodinámica, se esperaba que tuviera un rendimiento más sólido después de las preocupaciones de los conductores sobre la velocidad del modelo anterior. Sin embargo, el accidente plantea dudas sobre si estas mejoras han afectado el manejo del automóvil en su límite.
Los incidentes que involucran a los vehículos de seguridad de la Fórmula 1 son raros, pero no desconocidos. El accidente en Monza trae a la mente otros momentos notorios, como el Gran Premio de Mónaco de 2000, donde el coche médico de Mercedes se estrelló durante una prueba, y el Gran Premio de Brasil de 2002, donde ocurrió un casi accidente cuando un coche chocó con la puerta del coche médico.
Con el Gran Premio de Italia a solo unos días de distancia, el incidente inesperado agrega un toque de drama a lo que ya es una de las carreras más anticipadas en el calendario de la Fórmula 1. Tanto los fanáticos como los equipos estarán ansiosos por ver si el percance tiene alguna implicación adicional para el fin de semana que se avecina.