La pasión por los motores no tiene edad. Que lo diga Bindy Gralow, quien, a sus 102 años, sigue cumpliendo sueños a toda velocidad.
En esta ocasión, la mujer fue protagonista de una acción en el mítico Richmond Raceway, circuito que alberga la NASCAR, donde dio varias vueltas a bordo del coche de seguridad de la competición, conducido por el piloto de servicio, quien aparentemente no fue lo suficientemente rápido.
En una entrevista con WWBT News, la mujer nacida en los locos años 20 confesó estar emocionada por la experiencia en el óvalo de la NASCAR. Aun así, quería ir más rápido.
«Ve tan rápido como puedas porque me encanta la velocidad», dijo Gralow al piloto, quien no tuvo permiso para superar los 105 km/h. «Quería ir más rápido», dijo la copiloto ocasional.
El plan ahora es volver al Richmond Raceway en primavera para presenciar una carrera de la NASCAR en la celebración de su 103º cumpleaños.