Expresando el cambio de paradigma que se está implementando gradualmente en el mercado portugués, las cifras proporcionadas por la Red Nacional de Carga (RNC), respecto a la carga de vehículos electrificados en la llamada red pública, son ilustrativas. En septiembre, hubo más de 767 mil, lo que representa un aumento del 43% en comparación con el mismo período del año pasado; también cabe destacar que el número de usuarios aumentó significativamente (+47%, a aproximadamente 131 mil), al igual que la energía consumida (+54%, a 17.4 GWh).
En total, desde enero, la RNC ha registrado más de 6.4 millones de cargas, realizadas por más de 363 mil usuarios, lo que corresponde a un consumo de más de 144,600 MWh de energía; cifras que representan aumentos, en comparación con el mismo período en 2024, del 48%, 58% y 61%, respectivamente. Para satisfacer una demanda cada vez mayor, la red de carga pública continúa expandiéndose, aunque no al ritmo deseado y esperado (ya sea en Portugal o en Europa): a finales de septiembre, la RNC contaba con más de 6,880 puntos de carga en Portugal, distribuidos en aproximadamente 12,860 ubicaciones (2,633 de las cuales son rápidas o ultra-rápidas), lo que se traduce en un promedio de 118 puntos por cada 100 km de carretera, y 116 puntos por cada 100 mil habitantes.
Según la RNC, el impacto ambiental positivo de la movilidad eléctrica es innegable: solo en septiembre, se estima que evitó la emisión de más de 14 mil toneladas de CO2 a la atmósfera en Portugal, equivalente a la capacidad de absorción de más de 230 mil árboles de 10 años. Calculando para los primeros nueve meses del año, el resultado se estima que es equivalente a 116 mil toneladas de CO2 que no se emitieron, y más de 43 millones de litros de diésel que no se consumieron.