A través de su filial Michelin Inflatable Solutions, especializada en estructuras inflables ultraligeras, Michelin está colaborando con Voliris en el desarrollo de NATAC, un transporte aéreo automatizado para el transporte de contenedores. De esta manera, la empresa francesa está aprovechando su experiencia en compuestos y su ensamblaje para servir a productos tecnológicos de nueva generación, específicamente en este caso, a través del desarrollo de métodos industriales innovadores para el ensamblaje de textiles técnicos, y compartiendo su conocimiento de materiales para apoyar la fabricación de la cubierta del ala del avión, que tiene como objetivo transportar mercancías sin emisiones de CO2, gracias a un ala voladora adaptada a áreas con infraestructura limitada; siendo más pesada que el aire, este avión, aún en fase de diseño, no requerirá lastre al depositar su carga, lo que tiene el potencial de transformar el sector del transporte aéreo de mercancías.
La cubierta del ala es uno de los elementos más innovadores de NATAC, debido a las importantes limitaciones técnicas que enfrenta. Segmentada en cinco lóbulos, tiene un volumen total de 25,000 m³, y llega plegada al lugar de uso, antes de ser inflada. Su geometría se mantiene a través de un sistema de poleas, que varía su volumen, ajustando su forma aerodinámica a diferentes altitudes. Además de esta tensión interna, la cubierta debe soportar fuertes tensiones externas de los cables sobre los cuales se suspende la carga a transportar (hasta 30 toneladas), las tensiones mecánicas creadas por la presión de inflado sobre una gran superficie (8,000 m²), y la necesidad de permanecer hermética al helio y, en última instancia, al hidrógeno.
Se espera que la fabricación de un primer demostrador a escala completa del ala NATAC ocurra para 2028, para pruebas en tierra y validación de la implementación in situ del transbordador; este será el segundo elemento clave del proyecto, tras las exitosas pruebas de vuelo realizadas por un prototipo a escala 1/7. Para poder operar en cualquier área, el NATAC tiene una particularidad: puede ser transportado en 10 contenedores estándar de 40 pies y se ensambla directamente en el sitio de despegue. Por lo tanto, la cubierta debe ser plegable sin comprometer su integridad, lo que representa un desafío adicional.
En la práctica, este transbordador aéreo es una solución híbrida, combinando las características de dirigibles y aviones de carga. No requiere una pista pavimentada para el despegue; para transportar carga con cero emisiones de CO2, ha sido diseñado para ser 100% compatible con hidrógeno, que, a largo plazo, se utilizará como combustible y gas de elevación; y su sistema de vuelo autónomo permite operaciones seguras sin personal a bordo, lo que le permite alcanzar áreas de difícil acceso o aquellas que carecen de infraestructura pesada.