Mercedes está utilizando aluminio producido con energía renovable para fabricar el nuevo CLA, con el fin de reducir las emisiones de CO2 en la producción de su nueva línea de vehículos eléctricos.
El aluminio de bajo carbono se desarrolla en colaboración con la empresa noruega Norsk Hydro, y es parte de la estrategia más amplia de Mercedes para descarbonizar sus operaciones.
Según “Reuters”, el nuevo CLA se está produciendo con el nuevo aluminio, que, según el fabricante alemán, permite una reducción del 40% en las emisiones de CO2 en comparación con su predecesor no eléctrico.
La colaboración entre Mercedes y Norsk Hydro se considera un ejemplo de cómo los fabricantes de productos de consumo premium pueden pagar más por materias primas a cambio de un perfil más ecológico.
«Está claro que hay costos adicionales asociados con el uso de acero o aluminio de bajo carbono», dijo Gunnar Guthenke, vicepresidente de compras y calidad de proveedores en Mercedes-Benz. «La sostenibilidad y los productos deseables, como los que producimos, van de la mano», afirmó.
Según Norsk Hydro, la producción de aluminio de bajo carbono para Mercedes representa aproximadamente 3 kg de emisiones de CO2 por kilogramo de aluminio, en comparación con el promedio mundial de 16.7 kg. Además, su composición incluye un cuarto de chatarra de aluminio, lo que reduce aún más el volumen de metal primario del proceso de fundición intensivo en energía.