Jaguar Land Rover (JLR), propiedad de Tata Motors, ha alertado a sus clientes en EE. UU. sobre la necesidad de reparar un defecto en las uniones de suspensión de 121,500 vehículos.
Según “Reuters,” la información fue proporcionada por la Administración Nacional de Seguridad del Tráfico en las Carreteras (NHTSA) este miércoles, y el defecto afecta a los modelos Range Rover y Range Rover Sport.
Según la NHTSA, las uniones de aluminio de la suspensión delantera, que conectan las ruedas delanteras a componentes críticos como el conjunto del sistema de frenos, pueden agrietarse, lo que podría aumentar el riesgo de colisión.
Vale la pena señalar que la NHTSA inició una evaluación preliminar en junio de 91,856 vehículos de JLR debido a uniones de dirección fracturadas. La investigación se centró en los modelos Range Rover Sport de 2014 a 2017 producidos por Jaguar Land Rover North America, y tenía como objetivo evaluar la extensión, gravedad y causa del defecto.