En un giro sorprendente de los acontecimientos en el Gran Premio de Hungría, Lando Norris desafió las probabilidades y logró la victoria para McLaren tras un inicio tumultuoso que lo vio caer del tercer al quinto lugar en la vuelta inicial. El director del equipo McLaren acreditó al piloto británico por su notable regreso después de los contratiempos iniciales.
El bullicio posterior a la carrera en McLaren giró en torno a decisiones estratégicas, con Norris y Piastri en caminos diferentes a pesar de que Piastri expresó su intención de centrarse en competir con su compañero de equipo en lugar de desafiar al Ferrari de Leclerc. En última instancia, Piastri tuvo su oportunidad de victoria, pero fue la destreza táctica de Norris la que realmente cambió el rumbo de la carrera, arrebatando lo que parecía una victoria inevitable al líder del Campeonato del Mundo.
Durante la conferencia de prensa, el director del equipo McLaren, Andrea Stella, desestimó rápidamente cualquier noción de favoritismo hacia Norris, enfatizando el enfoque estratégico del equipo. Stella elogió a Norris por sus habilidades en la gestión de neumáticos, que abrieron la posibilidad de una estrategia de una sola parada que resultó ser la fórmula ganadora.
Stella explicó: «Inicialmente no consideramos la opción de una sola parada en boxes, pero el rendimiento excepcional de Lando con neumáticos desgastados nos convenció de lo contrario. Creíamos que una estrategia de dos paradas sería dominante, pero los fuertes tiempos por vuelta de Lando con neumáticos usados nos hicieron reconsiderar nuestro enfoque.»
El Gran Premio de Hungría no solo mostró la destreza de conducción de Norris, sino que también destacó la agudeza estratégica de McLaren al adaptarse a circunstancias imprevistas. El éxito del equipo fue un testimonio de su flexibilidad y capacidad para capitalizar las habilidades excepcionales de su piloto, logrando finalmente una victoria notable en una carrera de alto riesgo.