El equipo Williams de F1 se enfrenta a un desafío difícil en el próximo Gran Premio de Hungría tras introducir nuevas actualizaciones en su coche. El director del equipo, James Vowles, reveló que el circuito de Hungaroring será una pista «más débil» para ellos después de las últimas mejoras del FW47.
Las recientes actualizaciones, centradas en las cercas del suelo y un nuevo borde del suelo, se implementaron durante el fin de semana del Gran Premio de Bélgica, donde los pilotos Alex Albon y Carlos Sainz lograron asegurar 11 puntos adicionales para el equipo. Vowles enfatizó que la carga aerodinámica adicional al coche seguirá resultando en un rendimiento variable en diferentes circuitos, con Spa y Monza esperándose que sean pistas más fuertes para Williams en comparación con Budapest.
A pesar del impacto positivo de las actualizaciones en Spa-Francorchamps, tanto Sainz como Albon reconocieron los desafíos que se avecinan en el GP de Hungría. Sainz mencionó que, aunque el equipo se está moviendo en la dirección correcta, las actualizaciones han hecho que el coche sea «más complicado» de manejar, lo que indica una posible lucha en la próxima carrera en Hungría.
Históricamente, Hungría no ha sido una pista favorable para Williams, un sentimiento que fue reiterado por Albon, quien expresó que el equipo típicamente no rinde bien en el circuito. Mirando hacia el Gran Premio de Hungría, Albon destacó la importancia de recopilar más datos en diferentes pistas para evaluar el verdadero rendimiento del coche.
Con el Gran Premio de Hungría marcando la última carrera antes del receso de verano de F1, Williams ocupa actualmente el quinto lugar en el campeonato de constructores con 70 puntos, manteniendo una ventaja de 27 puntos sobre Sauber en la sexta posición. El rendimiento del equipo en la próxima carrera será crucial para determinar su trayectoria en el resto de la temporada, con la esperanza de un fuerte final para consolidar su posición en la clasificación.