Cupra ha confirmado el aplazamiento de su entrada en el mercado estadounidense, inicialmente prevista para 2030. La decisión, anunciada en el informe de ganancias del segundo trimestre, se justifica como una respuesta a los desafíos actuales en el sector automotriz y a los cambios en la dinámica del mercado.
De esta manera, la marca aclaró que la estrategia ahora revisada para entrar en el mercado norteamericano no está relacionada con la salida de Wayne Griffiths del puesto de CEO, sino más bien debido a la disminución de la demanda de vehículos eléctricos.
Además, el futuro de la adopción de vehículos eléctricos en EE. UU. sigue siendo incierto tras el fin de los incentivos fiscales para la compra de automóviles eléctricos, anunciados por el presidente Donald Trump para septiembre.
“No estamos deteniéndonos, solo aplazando nuestra entrada en EE. UU., y continuaremos monitoreando los desarrollos del mercado en los próximos años para determinar el mejor momento y enfoque, alineados con la visión a largo plazo de la marca”, dijo Sven Schuwirth, Director de Ventas de Seat. “Mientras tanto, Cupra aprovechará el fuerte impulso obtenido en mercados clave y pronto expandirá la marca a nuevos mercados de alto potencial para mejorar su presencia global.”