Mercedes, la potencia de la Fórmula 1, se enfrentó a un escenario de pesadilla en la clasificación del Gran Premio de Bélgica, igualando sus posiciones de salida más bajas en la historia del deporte. George Russell y Andrea Kimi Antonelli se encontraron comenzando desde la 13ª y la 20ª posición, un sorprendente revés para las Flechas de Plata.
La última vez que Mercedes tuvo una sesión de clasificación tan desastrosa fue durante otra carrera sprint, en 2023 en el Red Bull Ring, con Russell en 15ª y su compañero Lewis Hamilton en un distante 18ª. Este giro inesperado de los acontecimientos dejó a los aficionados y expertos cuestionando la destreza del equipo, que suele ser dominante.
La mala suerte de Antonelli continuó al no poder establecer un tiempo de vuelta competitivo tras salirse de la pista y caer en la grava a la salida de Stavelot, quedando a impresionantes 3.6 segundos de los líderes. El novato italiano atribuyó su error a una posible ráfaga de viento, dejando a muchos preguntándose sobre la preparación del equipo para la carrera.
Por otro lado, Russell logró avanzar a SQ2 pero luchó por mejorar su posición, finalizando en una decepcionante 13ª posición con una significativa brecha hacia el frente. Expresó frustración con el manejo de su Mercedes W16, insinuando un posible daño que afecta su rendimiento, posiblemente causado al navegar por los escombros del incidente de su compañero.
Con solo los ocho mejores pilotos ganando puntos en la carrera sprint, Russell enfrenta una dura batalla para escalar posiciones y salvar algunos puntos valiosos para el equipo. A pesar de su optimismo sobre hacer progresos en la próxima carrera, los desafíos por delante parecen abrumadores e inciertos.
A medida que Mercedes lidia con este contratiempo inesperado, el mundo de la Fórmula 1 queda en suspenso, esperando ansiosamente ver si el legendario equipo puede recuperarse de este histórico bajón y recuperar su dominio en la pista.