La frustración de Max Verstappen estalla en Silverstone mientras Red Bull lucha por mantener el ritmo
Los ecos de la decepción resonaron en Silverstone mientras Max Verstappen expresaba su insatisfacción con el rendimiento de Red Bull durante el fin de semana del Gran Premio de Gran Bretaña. La habitual compostura del cuatro veces campeón del mundo fue reemplazada por una rara sinceridad al admitir la lucha del equipo por mantener su forma dominante de temporadas anteriores.
Por segundo fin de semana de carrera consecutivo, Red Bull se encontró detrás de McLaren y Ferrari, dejando a Verstappen, actualmente tercero en la clasificación de pilotos, en una posición precaria. A pesar de terminar décimo en la primera sesión y mejorar a quinto en FP2, las preguntas sobre la capacidad de Red Bull para competir en la parte delantera en medio de las cambiantes condiciones en Silverstone son grandes.
La evaluación franca de Verstappen sobre el día reveló: «Simplemente no hay equilibrio en el coche, es muy difícil de curva a curva también, así que sí, creo que fue un día bastante pobre en general para nosotros.» Las desafiantes condiciones ventosas alrededor del circuito de alta velocidad solo añadieron a los problemas del equipo, con Verstappen reconociendo las dificultades que enfrentaron todos los pilotos.
Si bien el neerlandés mostró un ritmo prometedor en largas distancias, igualando a los líderes de McLaren, enfatizó la urgente necesidad de mejoras sustanciales. A pesar de los contratiempos, la incertidumbre en torno al rendimiento de Red Bull coincidió con rumores sobre el futuro de Verstappen, con especulaciones sobre un posible traslado a Mercedes flotando en el aire.
Las reassurances del director del equipo, Christian Horner, sobre las inversiones continuas en herramientas y tecnología destinadas a fortalecer la competitividad de Red Bull hicieron poco para calmar las preocupaciones. Abordando los problemas específicos del equipo en Silverstone, Horner destacó un subviraje persistente que estaba resultando costoso en las curvas más lentas, obstaculizando su rendimiento general.
A medida que Red Bull lidia con dudas internas y externas, las inminentes mejoras y ajustes de última hora adquieren una mayor importancia en el Gran Premio de Gran Bretaña. Con todos los ojos puestos en si Red Bull puede cerrar la brecha y convencer a su piloto estrella de que se quede, la multitud de Silverstone anticipa con entusiasmo el próximo capítulo en la batalla por el campeonato.