Mohammed Bin Sulayem, el Presidente de la FIA, fue absuelto de las acusaciones de interferir en asuntos de la Fórmula 1. La investigación fue lanzada después de alegaciones de que había intervenido para revertir una penalización dada a Fernando Alonso durante una carrera en la última temporada. Alonso recibió una penalización de 10 segundos en Arabia Saudita, lo que lo hizo caer de tercero a cuarto lugar, cuando mecánicos de Aston Martin tocaron su auto mientras cumplía una penalización previa. Sin embargo, los comisarios de la FIA revirtieron la decisión después de que Aston Martin presentara evidencia en video. Un denunciante alegó que Ben Sulayem intentó influenciar el resultado al contactar a Abdullah bin Isa Al Khalifa, el Vicepresidente de la FIA para el Deporte (Medio Oriente) y Presidente de la Federación de Automovilismo de Bahréin. El mismo denunciante también afirmó que Ben Sulayem intentó evitar que el Circuito de la Las Vegas Strip fuera aprobado para albergar su primera carrera. Después de una revisión de 30 días por el Comité de Ética de la FIA, que incluyó entrevistas con 11 testigos, Ben Sulayem fue considerado inocente de las acusaciones. La FIA declaró que las alegaciones eran infundadas y que había fuertes evidencias para respaldar la determinación del Comité de Ética.
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