En un giro sorprendente de los acontecimientos en el Gran Premio de Canadá, la victoria de George Russell ahora está bajo escrutinio tras una protesta presentada por Red Bull por supuesta «conducción errática». La intensa carrera vio a Russell de Mercedes hacerse con el primer lugar, con Max Verstappen de Red Bull muy cerca en segundo lugar. Sin embargo, la conclusión de la carrera se vio empañada por una colisión entre Lando Norris de McLaren y Oscar Piastri, lo que llevó al despliegue del coche de seguridad.
Verstappen expresó su insatisfacción con el comportamiento de conducción de Russell detrás del coche de seguridad, acusándolo de frenar bruscamente y de hacer que Verstappen lo sobrepasara en la última chicana. Aunque los pilotos se mantuvieron en silencio sobre el incidente en las entrevistas posteriores a la carrera, Red Bull tomó el asunto en sus propias manos y presentó una protesta formal contra Russell.
Christian Horner, el director del equipo de Red Bull, aclaró las razones detrás de la protesta. Citó preocupaciones sobre la supuesta conducción errática de Russell y el mantenimiento de una distancia excesiva detrás del coche de seguridad, ambas en violación de las regulaciones de la FIA. Horner enfatizó que la protesta no era personal, sino más bien una cuestión de mantener las reglas del deporte.
La controversia ha lanzado ahora una sombra sobre la bien merecida victoria de Russell, con los comisarios de la FIA listos para investigar el asunto más a fondo. Ambos equipos y pilotos fueron convocados para comparecer ante los comisarios y proporcionar sus versiones del incidente. Mientras el mundo del automovilismo espera el resultado de la investigación, la integridad del triunfo de Russell está en juego, dejando a aficionados y expertos al borde de sus asientos.