Jaguar Land Rover (JLR) está preocupado por la cadena de suministro de vehículos eléctricos, y por lo tanto ha anunciado que ha contratado a 50 especialistas para maximizar la resiliencia de las nuevas cadenas de suministro de vehículos eléctricos y mantener estándares éticos, en un contexto de incertidumbre geopolítica, mientras se transforma para proporcionar su próxima generación de modelos exclusivamente eléctricos en todas sus marcas para 2030.
“Los nuevos roles han sido creados para proporcionar visibilidad adicional, detallada y precisa de los componentes y materiales en su cadena de suministro, incluyendo las fuentes de materias primas, para que JLR pueda anticipar y ayudar a abordar cualquier amenaza de suministro, con el objetivo de asegurar la continuidad de la producción”, anuncia la empresa en un comunicado. “Esto es particularmente crítico ya que JLR construye nuevas cadenas de suministro para los próximos modelos eléctricos que dependen de minerales esenciales para la producción de baterías, incluyendo litio, cobalto, manganeso, níquel y grafito, que tienen una huella minera global”.
Los nuevos roles complementan el trabajo de JLR con socios clave especializados en auditorías físicas de materiales críticos para rastrear y monitorear con precisión los estándares hasta las minas, y la inversión en tecnologías de vanguardia, incluyendo el uso de IA, aprendizaje automático y análisis en tiempo real para desbloquear visibilidad y resiliencia.
Recuerda que las largas cadenas de suministro que cruzan múltiples fronteras aumentan el riesgo de interrupciones en la cadena de suministro de las marcas automotrices, y en los últimos años, el sector ha experimentado fallas en las cadenas de suministro, particularmente durante la pandemia de Covid-19, con interrupciones en el transporte marítimo en el Mar Rojo y conflictos.
Los nuevos especialistas contratados por JLR son responsables de recopilar datos esenciales para construir una imagen completa y detallada de la cadena de suministro de la empresa, de modo que pueda evaluar proactivamente los riesgos, encontrar soluciones a posibles interrupciones y asegurar el cumplimiento de la legislación actual y futura.