BMW está probando baterías de estado sólido que equiparán la próxima generación de vehículos eléctricos de la marca.
Con ese fin, la compañía con sede en Múnich equipó un BMW i7 con una batería de estado sólido de su socio, Solid Power, que utiliza celdas que producen una mayor densidad pero son más pequeñas y ligeras que las baterías de iones de litio que actualmente usa BMW. En términos simples, esto significa que se puede almacenar más energía en baterías más pequeñas.

BMW y Solid Power creen en el potencial de la tecnología ASSB, lo que significa que las celdas puras de gran formato tienen el potencial de lograr mayores autonomías en vehículos sin las desventajas relacionadas con el peso del sistema de almacenamiento en su conjunto.
“Solid Power se enorgullece de que la asociación con BMW haya dado como resultado la primera demostración de celdas de batería de estado sólido en un vehículo,” dijo John Van Scoter, Presidente y CEO de Solid Power. “Creemos en las celdas de batería de baja energía (ASSB) y continuamos impulsando la innovación de nuestro electrolito de sulfuro en apoyo del futuro de los vehículos eléctricos.”

La batería prototipo integrada en el BMW i7 combina principios probados de construcción Gen5 (celdas prismáticas en módulos) con nuevos e innovadores conceptos de módulos para integrar celdas ASSB de Solid Power.
La marca alemana ahora recopilará datos durante los próximos meses con pruebas que se realizarán con el BMW i7, particularmente en lo que respecta a la temperatura y presión operativas.
Cabe señalar que las baterías de estado sólido son consideradas el «Santo Grial» de los vehículos 100% eléctricos y son cruciales para el futuro de la movilidad eléctrica. Ofrecen mayor capacidad y mayor autonomía que las baterías de tamaño similar que actualmente utiliza la industria automotriz. Su composición simplificada es más ligera y menos susceptible a variaciones de temperatura, además de permitir una carga más rápida.
