NASCAR Escándalo: Brad Keselowski y RFK Racing en Problemas a Medida que las Catástrofes se Acumulan
Los aficionados de RFK Racing están en tensión mientras el equipo enfrenta un contratiempo tras otro, dejando a los seguidores ansiosos por el futuro de Brad Keselowski y su equipo. El último golpe llegó después de que una inspección posterior a la carrera revelara violaciones que llevaron a sanciones significativas para el equipo.
El problema comenzó cuando el impresionante segundo lugar de Ryan Preece en Talladega Superspeedway se vio empañado por el descubrimiento de cuñas no aprobadas en el alerón trasero del Ford No. 60 durante la inspección, resultando en descalificación y una gran pérdida de puntos. La decepción fue palpable no solo para Preece, sino para toda la organización de RFK Racing.
Justo cuando pensaban que las cosas no podían empeorar, la tormenta continuó formándose para RFK Racing durante el fin de semana de la carrera en Kansas. Se encontró que el Ford No. 17 conducido por Chris Buescher había infringido una regla relacionada con el aseguramiento del parachoques delantero durante una inspección posterior a la carrera. NASCAR no perdió tiempo en imponer un castigo, descontando 60 puntos al equipo, suspendiendo al jefe de equipo Scott Graves y aplicando una multa considerable de $75,000.
Brad Moran, Director Gerente de la NASCAR Cup Series, arrojó luz sobre la violación, explicando que el coche No. 17 excedió el área permitida unida a la pieza frontal. Esta decisión hizo que Buescher cayera en la clasificación del 12º al 24º lugar, proyectando una sombra sobre las aspiraciones de playoffs del equipo. Incluso si Buescher logra asegurar un lugar en los playoffs, se enfrenta al contratiempo adicional de ser descontado 5 puntos de playoffs, colocándolo en desventaja desde el principio.
En un intento por contener las repercusiones, RFK Racing anunció la suspensión inmediata del jefe de equipo Scott Graves, con Doug Randolph asumiendo el cargo para las actividades venideras. Las desventuras del equipo se agravaron cuando el Ford No. 6, conducido por Brad Keselowski, se estrelló al final de la carrera, desperdiciando una oportunidad de victoria y complicando aún más la suerte del equipo.
Los aficionados se quedan lidiando con la espiral descendente del equipo, con las esperanzas de playoffs pendiendo de un hilo. Las sanciones no solo han generado preocupaciones entre los seguidores, sino que también han suscitado especulaciones sobre la capacidad del equipo para realizar una remontada en medio de los crecientes desafíos.
A medida que la presión aumenta sobre RFK Racing, la atención ahora se centra en Ryan Preece como un rayo de esperanza para las aspiraciones de playoffs del equipo. Con un sólido historial y actuaciones prometedoras, Preece emerge como un posible salvador para RFK Racing en su búsqueda de redención.
A pesar de los contratiempos, la temporada 2025 deja espacio para la redención bajo la regla de NASCAR «gana y estás dentro», ofreciendo un destello de esperanza para Keselowski y su equipo para cambiar la situación en las carreras restantes de la temporada regular.