La FIA ha tomado medidas drásticas contra Williams tras un incidente en el pit lane que involucró a Carlos Sainz en el Gran Premio de Imola. El equipo ha sido multado con una considerable sanción de €1,000 después de que Sainz fuera sorprendido conduciendo a exceso de velocidad durante la práctica, alcanzando los 93.7 kilómetros por hora, un asombroso 13.7 kph por encima del límite de 80 kph.
La violación del Artículo 34.7 de los Reglamentos Deportivos de la FIA de Fórmula Uno llevó a la imposición de la sanción financiera por parte de los comisarios de la FIA. El veredicto afirmó que «el Coche 55 excedió el límite de velocidad en el pit lane en 13.7 km/h.» Se recordó a los equipos su derecho a apelar tales decisiones dentro de los plazos establecidos.
A pesar de la multa, Sainz tuvo una actuación sólida durante la sesión de práctica, asegurando el tercer mejor tiempo detrás del dúo de McLaren, Oscar Piastri y Lando Norris. Su vuelta más rápida fue solo 0.052 segundos más lenta que el tiempo líder de Piastri.
Tras una buena actuación en el Gran Premio de Miami, donde Sainz clasificó sexto y terminó noveno, el impulso del español se vio brevemente interrumpido por el incidente en el pit lane en Imola. La situación en Miami, donde la confusión en el muro de pits de Williams llevó a su compañero Alex Albon a adelantar a Sainz, ya había dejado al piloto frustrado.
La explosión de Sainz por la radio del equipo en Miami llevó a una promesa del director del equipo Williams, James Vowles, de mejorar la comunicación entre los pilotos y los ingenieros de carrera. Vowles aseguró a los aficionados que tales incidentes no volverían a ocurrir, enfatizando la necesidad de crear un ambiente propicio para que ambos pilotos puedan sobresalir.
La sanción a Williams sirve como un recordatorio para todos los equipos y pilotos de adherirse estrictamente a los reglamentos establecidos por la FIA, asegurando el juego limpio y la seguridad en la pista. Con la temporada en pleno apogeo, cada detalle cuenta, y los equipos deben permanecer vigilantes para evitar sanciones adicionales que puedan afectar su rendimiento en el día de la carrera.